viernes, 8 de noviembre de 2019

Las Almas Puras


Hughes
Abc
 
Viendo el éxito de Ana Pastor (PP) entre Las Almas Puras ya podemos descifrar el mecanismo que subyace en la aprobación de este importante colectivo de la sociedad formado por políticos, piriodistas, kultureros, académicos firmantes y palancas de lo suyo, siempre en el sector Alma Pura. Y el mecanismo es el siguiente: en lo importante darles la razón, y en lo menos importante llevarles la contraria bajito.

Ésa es la derecha que admite la democracia-que-entre-todos-nos-dimos: una señora (“¡Ésta sí es una señora!”) que te lleva la contraria como te regañaba tu tía y a la que poder tomar un poco el pelo, cariñosamente. La derecha en modo tía, tieta, tía-abuela.

La combinación Cayetana-Pastor ha traído dos frases memorables a este fin de campaña. “Esta Constitución es lo mejor que nos ha pasado en 500 años” (Cayetana) y “El Estado de las Autonomías es lo mejor que nos ha pasado” entiendo que nunca (Pastor).

Además de estas cosas, choca, pero choca mucho, no un poco, mucho, que la agresión sufrida por Nerea Alzola ayer en el País Vasco, en el ejercicio de su labor política, no haya tenido portadas, ni páginas, vamos, es que ni podía encontrarse ayer en las webs. No hay condenas, ni aperturas de telediario, ni líricos rapsodas del heroísmo de la musa Etat de Droit. Un periódico llega incluso a no dar la noticia sino su posibilidad: “Vox denuncia una agresión”.

Puede que a mí me haya afectado la gripe, pero:

1) Es un político agredido en plena campaña

2) Es una mujer

El punto 3, que sería, según la lógica imperante, el “caldo de cultivo” de los editoriales calentitos, de los opinadores, y del pleno apogeo de la estrategia “Que viene el Fascismo, hagamos algo, jo tía” lo dejamos por eso de la diferencia entre correlación y causalidad, pero quede aquí constancia de mi sorpresa.