viernes, 31 de julio de 2009

EPIGRAMAS DEL CUERNO

A una gaditana encinta

díjole el tío Lagarto:

-Cuando se esarquile el cuarto,

quiero habitarlo, Jacinta.

Y Jacinta, en tono grave,

respondió: -Bien, saleroso;

mañana pondrá mi esposo

en mano de usted la llave.


W. Ayguals de Izco