viernes, 17 de julio de 2020

Campeón

Los imprescindibles

Francisco Javier Gómez Izquierdo

          He creído desde que tengo uso de razón que la Liga la gana el equipo que más la merece, el mejor a lo largo de la temporada y sobre todo el más en forma durante los dos meses últimos de campeonato. Se achacaba en ocasiones a la  suerte, y pudiera ser, porque la suerte es elemento siempre presente en el fútbol; a banquillo, imprescindible para aspirar a títulos; árbitros, la disculpa siempre perfecta... pero desde que la Liga es cosa de dos y los árbitros actúan  amedrentados por el que dirá el Sport, el As, el Mundo Deportivo y el Marca, tanto los que manejan el negocio, los protagonistas del espectáculo, los críticos histéricos que abundan, los aficionados... saben (sabemos) que la Liga la gana quien la merece.

     Este año tan raro la merece el Madrid. Ha sido mejor que el Barça, que es mérito que sobra en nuestra competición. Negar lo evidente sería ridículo y propio de fanáticos desvaríos. El Barça, como es usual, intentará poner achaques a los ganadores y no hacer el preceptivo examen de conciencia que requiere la ocasión ante tanto despropósito acumulado durante la temporada. Eso de despedir al entrenador Valverde con el equipo líder y vivo en Champions es extravagancia muy española. Cambiarlo por un señor con buenos propósitos no está mal -“prometo que jugaremos bien”-, pero no avisar al que viene de las grietas y vicios de una plantilla carente de alegría, entusiasmo y sobre todo de ambición, es achacable a una institución que me parece ha entrado en una deriva triste y melancólica que ya no puede enderezar el mejor futbolista del mundo. He observado cómo cuando están los jugadores en el túnel para salir, Messi, viniendo de atrás hacia adelante va dando un pequeño abrazo a sus compañeros. Me choca que se salte a alguno. Siempre a los mismos y que estos miren como sin darse cuenta a un cielo que es el techo del túnel. Son  detalles que a un servidor le dicen muchas cosas y que cuando se pierde contra Osasuna en casa o no se gana al Celta no le pilla de sorpresa.

      No lo sé, pero creo que a los entrenadores les gusta más ganar la Liga que la Champions. Incluso a Zidane, que tanto tiene que agradecer a la orejona. La Liga es el trabajo constante, la programación física, el estudio táctico, el sistema... Lo que da valor a un entrenador. Tras el confinamiento, ningún equipo ha vuelto tan suelto y fiable como el Madrid y no ha habido columna vertebral mas férrea que la blanca: Courtois, Ramos, Casemiro y Benzemá.
      
Queda claro que esta liga de la peste ha sido rarísima. Tan rara que se ha ganado en jueves, en un campo de 2ªB y sin los festejos de rigor. Una cosa como nombrarte emperador mientras cavas unas patatas. Para un servidor, la mayor tristeza de esta tristísima liga ha sido el despotismo del VAR, práctica injusta acentuada tras el confinamiento que no ha decidido el Campeón, pero que puede decidir que por ejemplo la Real Sociedad, víctima propiciatoria, se quede sin Uefa. Felicidades al Real Madrid y que el VAR no haga la faena ni al Celta, ni al Leganés en la última jornada.