QUITARLE AL VIEJO LAS GANAS DE VOLVER
A menos de veinte pasos tiene echado un becerro de los que se apartaron par simiente -advirtió Joaquín-. Como se levante y se le antoje correrse hacia la pila y se vea cortada la querencia veremos dónde va el viejo, el canasto y la caña.
-Hay que quitarle las ganas de que vuelva el viejo.
-Y le repito que a Pepete, el guarda, hay que darle una patada y poner a otro. Puntualicemos que por aquellos días, hacía el año 85 del siglo pasado, decirle a un criado: “Te voy a dar una patada” verbalmente tenía menos trascendencia que esto de ahora: “Le voy a indemnizar a usted”. Llevaban fama los hermanos Murube de palabra, mano, y cabeza dura, y en sus bromas, de crueles.
UNA BROMA DE LOS MURUBES, 1957 / MANUEL HALCÓN
-Hay que quitarle las ganas de que vuelva el viejo.
-Y le repito que a Pepete, el guarda, hay que darle una patada y poner a otro. Puntualicemos que por aquellos días, hacía el año 85 del siglo pasado, decirle a un criado: “Te voy a dar una patada” verbalmente tenía menos trascendencia que esto de ahora: “Le voy a indemnizar a usted”. Llevaban fama los hermanos Murube de palabra, mano, y cabeza dura, y en sus bromas, de crueles.
UNA BROMA DE LOS MURUBES, 1957 / MANUEL HALCÓN
LAS TAURINAS DE ABC
EDICIONES LUCA DE TENA, 2006
Ignacio Ruiz Quintano