martes, 25 de junio de 2013

Becas

Taberna
Córdoba

Francisco Javier Gómez Izquierdo

Los contribuyentes andaluces, que por el hecho de serlo, al parecer, nos convierte en ricos, pues lo decente es no pagar a Hacienda, estamos acostumbrados a que mozos de diecinueve años empiecen el bachiller con su beca correspondiente.

      -Con el dinerillo de la beca, el niño “sasacáo” el carné de conducir y con el del año que viene le compramos  un “amotillo”.

       El contribuyente andaluz, si tiene la desgracia de que el chico le salga aplicado, sufrirá persecución y comprobará asustado el desprestigio que tiene en el país la mala costumbre de estudiar. Los señores que mandan en Andalucía están orgullosos de becar a repetidores, contumaces “cateadores”, estudiantes-sindicalistas con más de veinte años en los juveniles y a todos esos aprendices a vagos que creen que un cinco es todo un éxito y se apuntan en Psicología, Sociología, Geografía, Derecho... exigiendo el sueldo correspondiente. Estas criaturas son adoctrinadas por un ejército de extraños  profesores insensibles a la enseñanza y que los anima a “atrapar las calles / que no pase nadie”, en una jarana continua subvencionada por los que tenemos nómina.

     Cuando en Andalucía sale un alumno que va del nueve al diez en la ESO y del diez al nueve en el Bachiller, los padres deben cuidarse de las acechanzas del elemento Administrativo bajo el mando de doña Mar Moreno, una señora de Jaén como el tal Lanzas, y que como de Gaspar Zarrías su paisano, se dice que no se mueve un folio en la Junta sin que ella lo sepa. Matrícula de Honor en Bachiller y 13,5 en selectividad no da derecho a beca. ¡Qué desfachatez pedirla! Beca es para el hijo de una señora soltera al que se le pasa Matemáticas y Lengua para que el pobrecito no la pierda, para el hermano de un niño sordo que toca la guitarra por seguidillas, para un joyero que gana ocho mil leuros al año y que tiene su campo en la sierra y el todo terreno correspondiente...
      
Ese alumno sin derecho a beca que ahorra al padre la matrícula de la universidad por entrar en ella con una de honor es un desvergonzado insolidario por sacar Primero de Medicina, un poner, con un ocho de media.

     Este guirigay de catedráticos de  Políticas y Derechos, coletudos y mesiánicos, que en un discurso enloquecido parecen querer decir que los hijos de los pobres son tontos incapaces de alcanzar un seis de media es lo que faltaba para certificar la podredumbre de nuestra sociedad.
      
¿Qué hemos hecho mal? ¿No eran los escolares de Torresandino, un poner, pobres internos en el Menor, los inteligentes, y zotes los hijos de los ricachones? ¿Qué  cosa es hoy un rico?
     
En Andalucía, rico es un padre con nómina fija mensualmente pasada por Hacienda, de pongamos 1.700 euros. El hijo de ese padre andaluz, cuanto más brillante sea, mayor será la discriminación...
      
 -¿Cómo se te ocurre pedir beca con nueve y medio de media? Las notas no importan en Andalucía. Lo que  cuenta es no tener renta.
       
Estos razonamientos de Doña Mar, son doctrina ya en todo el país, y uno de los más sagrados derechos  de nuestros pobres hijos va a ser que sus malas notas sean reconocidas y consideradas como el último triunfo de los parias de la tierra... porque imagino no me considerarán un orate si creo que el cinco y medio es una nota mala... y no habría de tener derecho a beca...
    
Cuando los pobres éramos considerados más listos que los ricos no había beca que valiera menos de un siete como mínimo...  pero, claro, aquellos criterios eran fascistas.

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