viernes, 8 de febrero de 2013

Drones


Ignacio Ruiz Quintano
Abc

    La señora de Muñoz Molina pide un plante periodístico no porque a su marido no le dejen ir en bici al Sinaí a recoger un premio, sino por ese estilo de Rajoy de aparecerse a la prensa en plasma, versión laica y tecnológica de la zarza ardiente, pero que según esta gente tan viajada da muy mala imagen de España en el extranjero.

    En España, país en que la prensa otra vez quiere sustituir al gobierno, la prensa tiene el valor de llamar “sobrecogedor” al presidente del gobierno, y si el presidente del gobierno es lo bastante humilde para no aceptar el título, pero lo bastante soberbio para no dar las gracias a la prensa, daña a la imagen de España.
    
Entre mandarles a Karanka, que es María Soraya, o hablarles por el plasma, Rajoy resolvió hacerse entender por el plasma, que también es una forma de “poner en valor” el I+D del CSIC, donde investigan Carmen Vela y Amy Martin.
    
Claro que, al lado de los drones de Obama, ¿en qué queda (tecnológicamente) el plasma de Mariano?
    
El gobierno americano acaba de filtrar un documento secreto que justifica el asesinato de americanos con drones (aviones no tripulados), lo que convierte a Obama en lo más parecido a Yahveh en la Tierra: lo bastante humilde para pedir perdón a los vieneses por no hablar “el austríaco”, pero lo bastante soberbio para no consultar con nadie la eliminación física de un ciudadano.

    –Con los drones que tiran los fanfarrones, qué tirabuzones se hubieran hecho los gonzalones.
    
Menudo invento: sin cargos, sin orden judicial, sin preguntas… ¡sin papeles!
    
Que eso es agilizar la Justicia, y no las tasas y los indultos de Gallardón.

    Únicamente la bula progre de la triple dispensa: intelectual, práctica y moral.

    –Fox Crime: por un mundo sin crimen –repite un slogan serial de la TV.
    
Y de fondo, al fondo del dolor, con su certeza de la inutilidad de quejarse, la gran verdad de la madre de Marta del Castillo:
    
La Justicia no está ciega ni sorda. Está muerta.