Toro ugandés
Hughes
“Aguanta, España es la cuarta potencia europa. No somos Uganda”. Este sms de Rajoy a De Guindos ha despertado su polémica, habiendo incluso quien ha pedido una disculpa del presidente. Y lo que asombra de primeras es que a De Guindos eso se le tuviera que recalcar, que eso no lo tuviera ya claro. El no somos Uganda está dentro de un sms de apoyo en un momento crucial y Uganda no pensaba nadie que se pudiera enfadar y no se afectaba con ello a ningún interés estratégico. No se pisaba callo alguno. En realidad, se trataba de un sms modesto, porque, ciertamente, no ser Uganda es conformarse con ser muy poco o, de otro modo, con no ser gran cosa. ¿Qué habría sucedido de haber escrito no somos Portugal o Irlanda?
Tras años de Catalonia is not Spain, va Rajoy y dice lo Spain is not Uganda y siendo cierto no le dejan. Claro que para recalcar el peso estratégico de la economía española bastaba con lo de ser la cuarta potencia, pero el Spain is not Uganda era el “Somos una gran nación” de Rajoy y visto así ¿no es enternecedoramente modesto? ¿No es conmovedoramente humilde?
Un representante de Uganda apellidado Jiménez, tuiteros de allí, la BBC y muchos españoles (algunos olvidando cómo vive un homosexual en Uganda) han recordado al presidente que Uganda crece al 5%, lo que siendo Uganda lo que es, es decir, siendo Uganda Uganda (Dios me libre decir algo como: “No siendo Uganda España”) no es nada del otro jueves ¡Pues buenos estaríamos si ni siquiera Uganda creciera un poco!
En Uganda han salido personas indignadas por el sms de Rajoy, presumiendo patrióticamente de controlar su inflación (la inflación es el colesterol de los países), de no estar en crisis (nos movemos aquí en el mundo de lo relativo), alardeando incluso de que los bancos de Uganda ganan dinero, y esto nos debiera hacer pensar que si vamos a quitarnos prejuicios de encima acerca de lo africano tendríamos que empezar por retirar esa visión edénica del negro prometedor por la que ningún africano nos parece irremediablemente tonto. No, abramos los ojos, África es un continente con tantos tontos como cualquier otro, incluso puede que con más y que, como en casi tantas otras cosas, África sea la gran esperanza para los tontos del mundo.
¿Cómo se tiene que disculpar don Mariano ahora? ¿Diciendo “No somos Uganda, pero tampoco dejamos de ser Uganda”? ¿Porque acaso no es cierto que no seamos Uganda? Me dirán que no era necesario acordarse de ese país, pero es que Rajoy no podría haber dicho que no somos Ruanda, porque no era eso, ni haber dicho que no somos el Congo Belga, sitio remotísimo en el que están las cosas que están muy lejos (¿Qué país, por cierto, sería Parla en la escena internacional?). Cualquier referencia realista a un país hubiera sido diplomáticamente delicada, así que Rajoy buscó una antonomasia y a Uganda no le ha gustado, aunque pensáramos que convertirse en antonomasia de lo irrelevante para Rajoy fuera un primer logro internacional. Un comienzo nada desdeñable para Uganda.
En La Gaceta
Toro español (con Julián López)