-Cuando el mozo se aproxima a la mesa transportando aun la comida en su
bandeja, y establece un diálogo con el comensal acerca del menú u otro
detalle, al hablar produce un “spray” de saliva que llueve sobre el
plato caliente en forma de una miríada de gotas. Es indispensable evitar
hablar con el mozo por cualquier medio hasta que el plato salga del
alcance de su saliva.