Francisco Javier Gómez Izquierdo
La Liguilla de la Copa de Europa que "amañaron" entre la Uefa, las teles y los grandes clubs del continente es un negocio que reparte muchos dividendos y garantiza la clasificación de los equipos más ricos, que se enriquecen cada vez más a costa del sistema de competición.
-¿Y qué me dice usted de los millonarios manchesteres, United y City?
-Pues que el United no es tan bueno y el grupo del City era de “aúpa marinero”.
Con el método actual, puede proclamarse campeón de Europa el cuarto clasificado de una Liga potente, pongamos el Arsenal; el subcampeón de Rusia, o el repescado en el último partido por vaya usted a saber qué viciosas artes. Los seguidores de provincias que hemos padecido esas liguillas de 2ªB, donde se admitía a un filial que no podía ascender jugando un partido con los titulares y otro con los juveniles y donde, a falta de dos encuentros, un equipo quedaba descartado admitiendo tantos goles como fueran necesarios, no nos extrañamos de lo de Zagreb. Inolvidable un Córdoba-Cartagena, a punto de cerrar el viejo Arcángel y donde los cartageneros, que entonces se llamaban Cartagonova, fusilaban a Avelino Viña sin oposición. El Córdoba estaba dispuesto a engordar el saco de goles de los departamentales, por una bronca habida con el Rácing de Santander, el equipo que de hecho ascendió, creo que al mando de Felines, la pareja del tan admirado Potele por nuestro querido editor, pero no sirvió de nada, tanto regalo.
Lo ocurrido ayer en Zagreb es tan grave como la rendición del Bayern ante el Manchester City, ó la del Arsenal ante Olimpiakos, o... esas alineaciones vergonzosas que uno ha visto desfilar en los últimos partidos de las liguillas todos estos años. Se facilita la adulteración vergonzosamente y nadie está dispuesto a volver a la pureza del desafío a vida o muerte. Con cabezas de serie, por supuesto. Pero que la Politécnica de Timisoara tenga opciones ante el Chelsea o el Odense ante el Barça a dos partidos. Que la Copa de Europa la jueguen los campeones y como mucho los subcampeones de sus ligas, y que el Apoel de Nicosia ó el Basilea dependan de sí mismos para poder eliminar al Oporto o al Manchester United.
Viendo la Liguilla de la Uefa, a uno le da la risa recordar aquel Hércules-Burgos, cuando quisieron empapelar a levantinos y castellanos por falta de agresividad en un encuentro donde el 0-0 del marcador salvaba de descender a 2ª división a ambos. Aquello lo pedía la naturaleza y fue irreprochable entre hombres sensatos... El 1-7 de Zagreb, entre franceses como Platini y yugoslavos como todos conocemos, no parece guardar las formas debidas.
-¿Recuerda usted los 12 a Malta, verdad? Pues sepa usted que entonces se perjudicó mucho a Holanda y ahora... también.
La Liguilla de la Copa de Europa que "amañaron" entre la Uefa, las teles y los grandes clubs del continente es un negocio que reparte muchos dividendos y garantiza la clasificación de los equipos más ricos, que se enriquecen cada vez más a costa del sistema de competición.
-¿Y qué me dice usted de los millonarios manchesteres, United y City?
-Pues que el United no es tan bueno y el grupo del City era de “aúpa marinero”.
Con el método actual, puede proclamarse campeón de Europa el cuarto clasificado de una Liga potente, pongamos el Arsenal; el subcampeón de Rusia, o el repescado en el último partido por vaya usted a saber qué viciosas artes. Los seguidores de provincias que hemos padecido esas liguillas de 2ªB, donde se admitía a un filial que no podía ascender jugando un partido con los titulares y otro con los juveniles y donde, a falta de dos encuentros, un equipo quedaba descartado admitiendo tantos goles como fueran necesarios, no nos extrañamos de lo de Zagreb. Inolvidable un Córdoba-Cartagena, a punto de cerrar el viejo Arcángel y donde los cartageneros, que entonces se llamaban Cartagonova, fusilaban a Avelino Viña sin oposición. El Córdoba estaba dispuesto a engordar el saco de goles de los departamentales, por una bronca habida con el Rácing de Santander, el equipo que de hecho ascendió, creo que al mando de Felines, la pareja del tan admirado Potele por nuestro querido editor, pero no sirvió de nada, tanto regalo.
Lo ocurrido ayer en Zagreb es tan grave como la rendición del Bayern ante el Manchester City, ó la del Arsenal ante Olimpiakos, o... esas alineaciones vergonzosas que uno ha visto desfilar en los últimos partidos de las liguillas todos estos años. Se facilita la adulteración vergonzosamente y nadie está dispuesto a volver a la pureza del desafío a vida o muerte. Con cabezas de serie, por supuesto. Pero que la Politécnica de Timisoara tenga opciones ante el Chelsea o el Odense ante el Barça a dos partidos. Que la Copa de Europa la jueguen los campeones y como mucho los subcampeones de sus ligas, y que el Apoel de Nicosia ó el Basilea dependan de sí mismos para poder eliminar al Oporto o al Manchester United.
Viendo la Liguilla de la Uefa, a uno le da la risa recordar aquel Hércules-Burgos, cuando quisieron empapelar a levantinos y castellanos por falta de agresividad en un encuentro donde el 0-0 del marcador salvaba de descender a 2ª división a ambos. Aquello lo pedía la naturaleza y fue irreprochable entre hombres sensatos... El 1-7 de Zagreb, entre franceses como Platini y yugoslavos como todos conocemos, no parece guardar las formas debidas.
-¿Recuerda usted los 12 a Malta, verdad? Pues sepa usted que entonces se perjudicó mucho a Holanda y ahora... también.