lunes, 11 de abril de 2022

Entre Vigo y Londres


 El baúl de la Piquer

 

Ignacio Ruiz Quintano

Abc


    En Vigo se presentó el Madrid con el hijo de Ancelotti, Davide, en el banquillo, a quien la burocracia uefera/fifera no permite dirigir al equipo desde la banda.


    La escena era como lo de Cortés en Méjico, que para entenderse con los indios hablaba en español a Jerónimo de Aguilar, ex cautivo ducho en maya, quien a su vez se lo trasladaba a la Malinche, Doña Marina, quien a su vez se lo traducía a los tlaxcaltecas. Así circula el Madrid por España cuando falta Ancelotti, el hombre providencial que doctoró a Xavi en el Bernabéu y a Coudet en Balaídos. Es como el “trilingüismo simpático” que en Madrid vende Feijóo para camelar a sus paniaguados.
    

Pero lo más hiriente era ver a Bale en el banquillo, como otra Tania de la vida condenada a estar sentada detrás de una columna en el Parlamento, y en el campo, zascandileando cual sevillanito imberbe en la Madrugá vestido de Jueves Santo, Asensio, el de la zurda de oro: Asensio se mueve por la derecha, luego se abre y tira a gol, en jugada más vista que el TBO; si entra, el periodismo lo equipara a Éder Aleixo de Assis, el del gol con Brasil a la Urss de Dassayev; y si no entra, la Purísima Concepción. ¿Quién decidía en Vigo, Carlo o Davide?
    

Contra Xavi en el Bernabéu todo indica que las decisiones, por revolucionarias, fueron de Davide, algo así como la mítica escena de Woody Allen que va a ver a sus padres, que son cirujanos y están operando, y lo invitan a pasar al quirófano para que se divierta cosiendo un poco al paciente. La mano de tortas de Xavi fue histórica.
    

Contra Coudet, la alineación y el sistema volvió a ser lo de siempre, con el juego, o el no juego, asentado sobre Modric-Casemiro-Kroos, que son como el baúl de la Piquer del centrocampismo, el baúl de Zidane que ha hecho suyo Ancelotti, y así va sacando los partidos en España, que da una idea del nivel de la Liga, donde el segundo es Lopetegui, que, después de verlo jugar en Madrid, dice que el Barcelona “está para ganar la Champions”, con lo cual adula a la culerada y se quita algunos gatos de los que lleva en la barriga de cuando su aventura blanca.
    

Modric-Casemiro-Kroos es un palo mayor que se dobla como una vela que se apaga. La defensa se ve inundada en cada jugada, con Alaba, central de vuelo bajo, comiéndose todos los centros cruzados en el área, donde sólo se manifiestan los puños de Courtois y la cabeza de Militao. Con el baúl de la Piquer a cuestas, el 4-3-3 obliga a los extremos a defender como leones, pero león, a estas alturas de temporada, sólo es Vinicius, que aún tiene energías para meter goles (lleva casi los mismos que Benzemá sin penaltis).
    

Nos pasamos todo el partido de Vigo pensando en Londres. “De Madrid a Oviedo pasando por las Azores”, se titula una divertida novela de Pemán. La de Ancelotti, menos divertida, se titula “De Madrid a Londres pasando por Vigo”. ¿Se presentará Ancelotti en Stamford Bridge con el baúl de la Piquer?
    

A Londres habría que ir como fue Pitito, de nombre Don Eduardo José Federico Francisco María de Constantinopla Gamir y Pavessio de Molina-Martell Vargas y Fernández de Córdoba de Carvajal, marqués de Martell para el mundo, y para los amigos, Pitito, que viajó a Londres para ver “Oh Calcuta!”: entró tarde al “Royalty Theatre”, con un traje de cascabeles… y se detuvo el espectáculo. ¿Se le ocurre algo a Ancelotti para volver más loco a Tuchel, teniendo en cuenta que el “oligarca” (oligarquía, ese invento ruso) lo tendrá ya macerado? ¿Alineará a Bale o seguirá apostando por la sardana de culibajos?


    –Somos productores de contenidos –le dijo a Ancelotti, en su otra etapa madridista, el director general del Real Madrid.
    

Ancelotti comprendió que el Real Madrid es un club que es una empresa, al revés, pensó él, pero lo mismo, que IBM, cuyo fundador dijo en ocasión semejante: “La empresa es un deporte, el mayor del mundo, si sabes jugarlo”.
    

El fútbol –resume Ancelotti– es el modelo fundamental de las modernas industrias que dependen del talento.
    

¡El talento! ¿Qué harían en IBM con un jefe que pusiera a jugar a Asensio teniendo a Bale en el banquillo? Lo dice en “Daily Mail” un tal Oliver Holt: “Es un instinto extraño odiar a uno de tus jugadores más condecorados. Es como odiar un helado de vainilla con mucho ‘topping’ y un pie izquierdo mágico. A mí me pasó. En una rueda de prensa, Sir Alex Ferguson perdió la paciencia por las críticas a Verón. Tiró todas las grabadoras al suelo y dijo “Él es un puto jugadorazo y vosotros sois unos jodidos idiotas”.

 


Ferguson y Verón


LAPORTA VE LA LIGA


    El espectáculo del Bernabéu engoriló de tal manera los ánimos culés que Laporta ve la Liga al alcance de la mano: sería un pitorreo, pero no un imposible, con el “gol average” ganado y los duendes del VAR desatados según costumbre. “Hay que ganar al Sevilla y a ver qué hace el Real Madrid en Vigo, porque no son fáciles estos partidos”, declaró antes del fin de semana. La actuación del árbitro en Vigo (tres penaltis a favor del forastero y un gol anulado al equipo de casa con más finura jurídica que una sentencia de la Corte Suprema americana) no invita al optimismo: si el Var tuviera que decidir la Liga como el año pasado, el resultado sería idéntico.

[Lunes, 4 de Abril]