jueves, 25 de noviembre de 2021

La austriacidad de TB


Bernhard en su mesa del Bräunerhof

 

Ignacio Ruiz Quintano

Abc


    La gobernadora de Nueva York, Kathy Hochul, demócrata, dice que hay gente que no está escuchando a Dios (no lo dice por los lectores de Arcadi, sino por los antivacunas), y pide a los vacunados que “sean mis apóstoles”:


    –Jesús nos enseñó a amarnos. ¿Cómo nos amaremos? Diciendo a los no vacunados: “Ponte la vacuna, porque te amo”.
    

Por amor (a Soros, que es una madre) quiere vacunarnos el melifluo Garicano, pero el bizarro Revilla nos quiere vacunar “por lo civil o por lo militar”, aunque para el “mainstream” el fascista es Abascal, que dice que la vacuna para el que la quiera, cuestión resuelta en Austria decretando el “apartheid” (arresto domiciliario) de los no vacunados, vigilados por unos maderos que parecen los Tom de Finlandia de la Wehrmacht. ¡La “austriacidad” de Thomas Bernhard!


    –Despertar en Austria –anota TB– quiere decir despertar en una atmósfera de hostilidad hacia el espíritu.


    Cree TB que la época actual es la más repulsiva y despiadada que ha “experimentado” nunca: un pueblo de diletantes de la vida es fácil de engañar y de explotar. Cuando se levanta el telón del Estado (Austria es un Estado, no una nación: esto fue una fijación de León Duguit), TB ve una comedia para marionetas: las marionetas son el pueblo mentalmente deficiente e incorregible, y los que tiran de los hilos, el gobierno que engaña al pueblo.


    En su colegio un día está el retrato de Hitler, y al siguiente, en el mismo clavo, la Cruz. Y no es que pierda de vista a la muerte: “Todo es ridículo si se piensa en la Muerte”. Ve a las ardillas con los pañuelos desechados y llenos de escupitajos de los enfermos de pulmón correr con ellos, como locas, por los árboles. Tiene en su mano la mano de alguien que se aferra a la vida, pero debe dejar el mundo, cuando entra el enfermero con la etiqueta numerada para el cadáver. La monja lo echa y dice: “Tiene que llevarse también el yogur”.


    –El hombre no ama la libertad. Todo lo demás es mentira.


    Y sí: “sólo existimos; no vivimos, nadie vive ya”.

[Jueves, 18 de Noviembre]