viernes, 12 de noviembre de 2021

De Brighton a Morata

 


Leonard Woolf

 

Ignacio Ruiz Quintano

Abc


    Los Estados de Partidos son “magna latrocinia”, como se olió el marido de Virginia Woolf.


    Los españoles vamos a vivir de un crédito de la UE a Sánchez cuyos términos hipotecarios son secretos (al final eran las dictaduras, no las “democracias”, las obligadas a dar cuentas), lo que hace poner el grito en el cielo (paripé) a los que hacen de oposición. Esto es un ataque a la Carta Magna, dicen los periodistas, que lo tienen por sinónimo de Constitución, pero yo oigo hablar de “Carta Magna” y veo el “magna latrocinia” de Leonard Woolf en una variedad de estampas.


    ¿Qué significa que el TC declare ilegales las plusvalías municipales y que, a la vez, vete las reclamaciones? ¿Por qué los ingleses dicen tasas y los españoles decimos impuestos?
    

De agosto me llegan dos multas de tráfico. La primera me viene de Brighton, con la silueta del Royal Pavilion sobre la leyenda “Brighton & Hove City Council”, que me da prestigio en mi escalera. Son treinta y seis euros por “conducir por el carril bus”, amablemente anulada en atención a mi natural querencia continental de ir por el lado opuesto. Y la segunda, entregada por el repartidor de certificados, que me quita prestigio en mi escalera, me viene de Morata de Tajuña, “el pueblo de la Palmerita”, en palabras de otro Sánchez socialista, su alcalde, que ha cambiado su escudo (blasón y armas de Felipe II) “por una palmerita de chocolate”. En agosto ya no da toros en la plaza, que son malos para los niños, pero da palmeritas (del gusto incluso de Ayuso, que sería la Tía Javiera de esas bolas), aunque tampoco son para los niños, con las normas de Garzón. La palmerita (unos 25 euros el kilo) es la zanahoria socialista para los turistas, que, en el fragor de las colas, no reparan en el palo: un láser municipal que te impone cien euros por “circular a 43 kilómetros por hora estando limitada a 40”.


    Aviso sea para los mariposones que vienen a las terrazas de Ayuso en Madrid, donde Almeida ya ha decretado máximas de 15 kilómetros por hora.

[Viernes, 5 de Noviembre]