viernes, 1 de octubre de 2021

El porqué

El Weimar español

 

Ignacio Ruiz Quintano

Abc


    El españolejo joven no entiende que los diputados encarcelen ilegalmente a los ciudadanos y la cosa quede en anécdota de “la democracia”.


    ¿Por qué no ocurre nada? Porque dos siglos de propaganda política han privado de sentido a las palabras, que ya no designan lo que nombran. Los partidos se saltan la ley (la defensa de todos contra uno) y la Constitución (la defensa de uno contra todos) por humanitarismo (“salvar vidas”, lo llaman: Bolinaga, Galhi, Covid…), y los juristas bilduetarras Merche y Óscar expresan su preocupación a los juristas socialistas Bolaños y Simancas (¡esto es Weimar!) por “el auge de los discursos de odio”.
    

El Congreso puede encarcelar ilegalmente (y sin consecuencias) a la ciudadanía porque lo que llamamos Constitución es una Carta Otorgada. La Constitución se impone de abajo arriba desde la libertad constituyente, y la Carta Otorgada se impone de arriba abajo desde el poder constituido, que otorga unas libertades individuales (no la libertad política), y por lo mismo que te las da, te las quita, como ha sido el caso.


    Constitución, en realidad, sólo hay una, la americana, escrita porque los fundadores venían escaldados de la “no escrita” de los ingleses: no querían un rey absoluto, pero tampoco un Parlamento absoluto, y con la pista que les dio Montesquieu (a un poder sólo otro poder lo detiene), dividieron la “soberanía” y separaron los poderes… para que los ciudadanos, en palabras de Madison, pudieran dormir tranquilos. Lo llamaron “democracia representativa”, de la cual en Europa estamos ayunos de lo que es y ahítos de lo que lo parece.
    

La única razón de una Constitución es separar los poderes (no las funciones, que es el gato por liebre europeo), y por eso es el único obstáculo para el totalitarismo, razón por la cual la izquierda americana quiere cargársela, ahora que el mayor movimiento esclavista de la Historia, el globalismo, planea sobre nuestro pequeño mundo, sin sitio para “los dudacionistas”, que diría Coto Matamoros.

[Viernes, 24 de Septiembre]