CLAUDIO SÁNCHEZ-ALBORNOZ
1893-1984
Claudio Sánchez-Albornoz sostenía con pasión que nunca hubo naciones en
España. Ministro de Estado con Lerroux, fue católico, republicano,
demócrata y liberal: “Por ser liberal, soy anticomunista furioso.”
Contra Américo Castro, que acentuaba las raíces judaicas de la raza
española, Sánchez-Albornoz ponía el acento en las raíces góticas de
Castilla. “Encomiéndome a Dios –escribe a su amigo el padre Arbeloa–.
Estoy muy viejo. He conservado la fe de mi madre. Como hombre he sido un
pecador. A diario me dirijo al Altísimo con las clásicas palabras: ‘No
entres en juicio con tu siervo, Señor, porque ante Ti ningún hombre
queda justificado.’ Ayúdeme con sus oraciones a conseguir su gracia y
una santa y buena muerte.” Fue enterrado en el claustro –gótico
cisterciense del siglo XIV– de la catedral de Ávila, bajo un hermoso
epitafio: “Donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad”.
IGNACIO RUIZ QUINTANO
(Del libro Serán ceniza, mas tendrá sentido / Ediciones Luca de Tena, 2006)