Barbate
Francisco Javier Gómez Izquierdo
El canto que anuncia la Navidad en España es una letanía que todos los 22 de diciembre tiene pendientes a millones de españoles que sueñan con un dinero que "¡por qué no me va a tocar a mí como tocó a mi tío de Bilbao o a la chica de Everenciano!". La lotería toca a gente que conoces y dicen los psicólogos que ése es un factor que anima al jugador. Un servidor cree que la lotería en España es como el turrón, el cordero, las uvas, los Reyes o San Esteban Protomártir, una tradición muy bonita, dando a ese "bonita" un significado pacífico y generoso que creo nos hace mejores personas al menos unos días. Por supuesto, los hay que no tienen remedio pero con esos no se cuenta para la Navidad.
Ayer fue un buen día para un servidor porque tocó la Lotería en Barbate, y me alegré como cuando le tocó medio Gordo a mi cuñado hace tres años y tengo esperanza que de tanto rozarme, un año de estos caiga por simpatía. Mi doña estuvo la misma tarde del 21 comprando en el Rescatao, donde también se vendió algo del Gordo y la última vez que estuvimos en Barbate, allá en septiembre, compró un número que jugaba el pueblo como le dijo el de la Administración. " 46. 541. El número del Pueblo" ponía en un cartel a la entrada. El pueblo de Barbate compró también el 52.472 por dos razones. Porque lo repartían dos peñas del Carnaval, que es como decir "Santa Palabra" y porque entre los vendedores de las dos peñas, en la de "los Robinsones" hay un ditero, conocido mío, que la ofrecía a sus clientes con la confianza que dan los años a un ditero por Derecho.
Yo no sabía lo que era un ditero hasta que lo conocí en Barbate y le cogí confianza en una visita que hizo a Córdoba con las hijas del difunto Juan, aquel amigo que se fue de repente y con el que tantos carnavales, partidos de fútbol y tortitas de camarones esperaba compartir. El ditero es la tarjeta de crédito antigua. El que semanal o mensualmente pasa al cobro de la cuota del televisor, el frigorífico o "el amotillo" y que como buen ditero en ocasiones aplaza la obligación consciente de los apuros familiares. "El Topi", el ditero miembro de "los Robinsones", ha repartido entre "las familias más necesitadas de Barbate" unos "pocos de millones". Por supuesto, las hija de mi Juan y su viuda Pepi han "pillado" un decimillo y si el año hubiera sido como Dios manda es hasta posible que el "Topi" me hubiera ofrecido en La Galería, centro social del Paseo Marítimo, y hoy tendría unos miles de euros que "nunca vienen mal", como reza la coletilla del agraciado.
Un abrazo al pueblo de Barbate y Feliz Navidad a todos.