martes, 12 de diciembre de 2017

Peligra el jamón




Hughes
Abc

Venía hoy en la prensa el enésimo artículo sobre el patriotismo constitucional. Es una cosa un poco sofisticada que se tradujo, popularmente, con variantes como la del patriotismo de Campofrío. Recuerden esos anuncios de cómicos navideños y salchichones, y el “hazte extranjero”. Eso está en el ADN de mucha gente: “no soy patriota, no me siento especialmente español, pero reconozco que aquí vivimos bien, que aquí se sabe vivir”. Esto es una declaración modelo. Y es cierto que hay, alrededor de “la cervecita” y “el jamoncito” algo de idiosincrasia hedonista que (nos creemos) define al español.

El jamón es, particulamente, la clave de ese sentimiento nacional. En España se come el jamón, y al compatriota en el extranjero “se le lleva jamón”. Recuerdo incluso que cuando Obama visitó España, Rajoy le regaló no sólo un jamón, sino un jamomero. El jamón está en nuestras entretelas, y en tiempos anteriores a la crisis, solía coronar la cesta de navidad, ese otro belén civil de la concordia patrón-trabajador.

Pero ojo con esto. Porque sobre este paradigma español se cierne, ahora sí, la globalización. La globalización nos había tocado, pero nunca en lo más íntimo, no del todo. Ahora es el momento. La fuerte demanda de mercados jamoneros emergentes presiona sobre el precio del producto. El precio del jamón se multiplica, el de bellota crecerá un 50%, y esto va a obligar a introducir otras variedades, nada menos que un jamón húngaro. El jamón mangalica, se llama. Así que, en pocos meses, podemos estar comiendo (los más modestitos) jamón húngaro, mientras que el de bellota se lo rifan los chinos. Esto es un poco como lo de los pisos en los centros de las ciudades, pero con las lonchas. Si los españoles asumen pacíficamente esto querrá decir que lo asumirán todo, y que la globalización habrá triunfado plenamente en España. Por el contrario, de este sinsentido de comer jamón húngaro pudiera surgir, por reacción, un nuevo populismo, no tanto venezolano como ibérico, distinto.