domingo, 10 de diciembre de 2017

Otra vez 2-2

 Playa del Carmen de Barbate

 Unai López en el Athletic

Francisco Javier Gómez Izquierdo

        No ha sido complicado convencer a mi doña de que había que recortar la última mañana del puente para volver a Córdoba a la hora del partido en vez de a la hora de comer. Lo que no ha entendido del todo bien ha sido el molesto madrugón “para que encima perdáis” con la buena temperatura que hacía en Barbate y lo agradable que resulta pasear por una playa espléndida en su tranquilidad. Total, que a las doce estaba en mi localidad de preferencia escuchando los gritos anti-González, la despedida del que va dentro de Coki, la mascota, y el bombo guerrero de los bucaneros vallecanos.

       Es devoción tan incorregible la mía que reconozco incomodidad cuando falto a un partido de El Arcángel, pero el caso es que hoy -ya estamos descendidos salvo milagro imposible- el equipo no ha estado del todo mal. Estrenábamos nuevo entrenador, el tercero, de nombre Jorge y de apellido Romero, nueva alineación y hasta nueva disposición táctica. Del nuevo entrenador sabemos que entrena al B desde el año pasado, de la nueva alineación que Javi Lara es titular y la disposición táctica un acertado 4-5-1 con matices. Dos cosas no han cambiado: la primera, la posición privilegiada en el club de Caballero, incomprensible mediocampista habitual en las alineaciones y al que se distingue en el campo por su disciplinado marcaje al árbitro; la segunda, la pésima condición física del equipo, disimulada durante una hora pero que nos muestran treinta últimos minutos escandalosos.

      Como ante la Cultural, ganábamos 2-0 en la primera parte merced a dos saques de esquina puestos por Javi Lara en la frente de Caro, pero, como ante la Cultural, la segunda parte nos ha venido larga. El entrenador vallecano Míchel, que sigue manteniendo su eterna cara de niño, dejó tras el descanso en el banquillo a Santi Comesaña, creo que con más fama de la que merece pues hasta me ha parecido torpe y un poco pataleto, y ha sacado al recuperado Javi Guerra, delantero sobrado para 2ª División. Ha acertado el míster pues además del cambio ha bajado al Chory a la media, donde le gusta hacer diabluras y ha dado todos los galones al endiablado Unai López, el mejor jugador sin duda del Rayo Vallecano. Si al acertado movimiento táctico unimos el desfondamiento cordobés, el canguelo que se apodera de futbolistas inseguros de natural y la habitual mala suerte de los equipos a los que miran los tuertos, el resultado final ha sido otro nuevo castigo  que hay que tomar  más como rutina dominical que como deméritos  propios. El 1-2 vino también de córner. El central Velázquez peinó el balón en el primer palo dándole un efecto tan mortal que lo clavó en la escuadra del segundo y el empate lo cabeceó Javi Guerra en el minuto 85 sin oposición tras un centro del Chory al que no se supo, al menos, molestar,  teniendo en cuenta lo justito de fuerzas que corría la banda izquierda.

      En fin... saben ustedes que ni podemos ni debemos culpar a una plantilla de 2ªB por no ganar en 2ª. Que sabemos -el cordobesismo- el nombre del culpable de la actual y futura ruina de nuestra equipo y que nada seremos capaces de hacer pero no podemos evitar un enfado tras otro al ver la condición miserable y caprichosa de un hombre que sabe ser valiente con las personas débiles y los hombres educados. A mi peña por ejemplo y al resto de las cordobesistas , y con ánimo de molestar por molestar, no nos deja meter un bombo de animación en el Arcángel -por seguridad dice- pero a los bucaneros de Vallecas se lo ha permitido so pena de atenerse a las consecuencias. El amo del Córdoba vive en Madrid y los bucaneros lo conocen. Son sus vecinos y se ve que no le incomoda tratar con ellos. Con los aficionados del Córdoba, su equipo y el nuestro, no encuentra temas ni motivos de los que hablar.