El principio federativo
Ignacio Ruiz Quintano
Abc
Es inútil decirlo, pero, con este Régimen, lo de Cataluña no sólo es irreversible, sino que se extenderá a toda España. Por eso el candidato del establishment en Cataluña es Iceta, el Proudhon del Paralelo.
–Soy federalista. Quizá es porque como mi padre es vasco y mi madre catalana, hacerme federalista fue un modo de no tener que elegir.
En España, socialismo es oportunismo (picaresca), con lo cual Iceta es federalista de Proudhon como podría ser proverista de Maysounave (Egirako Batzarra).
Para la heráldica, Iceta es un cabrio de oro, acompañado de tres veneras de plata, es decir, conchas de la batalla de Clavijo, donde Santiago bajó sobre un caballo blanco (“y no hay que transigir ni con que fuera tordo el caballo”, decía Maeztu). El establishment vota Iceta y quien se opone al establishment no sale en la foto. O sale como Trump, que se ha opuesto (un poco) al establishment y el establishment tiene a todos los tontos del universo haciendo ruido por si entre medias los que no lo son consiguen hacerle un Kennedy.
El federalismo proudhoniano es la solución del establishment para España.
–La posteridad no podrá creer que, entre la multitud de lectores que paga a una prensa privilegiada, hay apenas uno por cada mil que sepa, ni siquiera por intuición, lo que significa la palabra federación –escribe Proudhon en la presentación de su doctrina.
Hombre, si pasa hoy con “democracia”, ¿cómo no iba a pasar entonces con “federación”?
Proudhon cree que, “si la democracia abunda en Judas, hay en ella muchos más San Pedros”, con lo que, a poco que esperemos, veremos surgir la idea de federación, así formulada: “contrapeso de la autoridad por la libertad, y viceversa”.
–Puede decirse de la libertad y de la autoridad lo que de sí y de Jesús decía Juan Bautista: “Illam oportet crescere, hanc autem minui”. (Es necesario que él crezca y yo disminuya. Juan 3,30).
Y esto es el programa del establishment, pero traducido por Pi y Margall: la Primera República.