sábado, 13 de noviembre de 2021

Retratar a Zapatero



 

Ignacio Ruiz Quintano

Abc


    En lo que el pueblo levanta una estatua al Sabio de Hortaleza en el Wanda, el Estado de Partidos enriquece su belén con un marmolillo del tribuno Rubalcaba en el Congreso y un cuadro del minero Zapatero, al que va a retratar por 38.000 euros, que es la indemnización por dos casas y media bajo el volcán en La Palma.


    –A éste se lo debemos todo –comentó Felipe II al pasar ante un retrato de Fernando el Católico, el rey para quien Maquiavelo escribiera “El Príncipe”.
    

El Maquiavelo de Zapatero, al que también debemos bastante, es Suso de Toro, cazafantasmas de ese “fantasma lumínico” que es, para Ortega, el buen retrato español: el “aparecido como mediador entre el mundo de allá y el mundo de acá”.


    Anunciaba Rivera un viaje a Venezuela para vender derechos humanos, y le llamaban de La Moncloa los de Mariano para que antes de partir se pasara por la oficina de Zapatero, mediador entre lo de allá y lo de acá.
    

Zapatero tiene cara de lenguado, como la Gioconda, así que de ahí no va a salir ni el Inocencio X de Velázquez ni el Domingo Ortega de Zuloaga. “Un bobo solemne”, dijo el mismo Mariano, pero ¿cómo pintar eso?
    

Un bobo no es un tonto, como explicó aquí Ruano. El tonto es duro de corazón y de mollera. El bobo, variante noble del tonto, es tierno: hay en él un estado de pureza. El tonto mira hacia fuera y no ve hacia dentro, al revés que el listo, que ve hacia fuera y no se preocupa de mirar hacia dentro. Téngalo en cuenta el retratista, para no hacer una tontería (no es el tonto el que hace tonterías; las grandes tonterías las hace el listo).
    

El bobo, insiste Ruano, es poético, mientras que el tonto es realista, con un sentido práctico acusado, con un sentimiento urgente del triunfo que tiene también el listo: el tonto consuela sus fallos convencido de que se han cometido con él injusticias en contra suya.


    El bobo, en fin, no llora.


    –Todos caben en este mundo. Pero el mundo no cabe en todos.
    

¿Ven por qué Velázquez hubiera querido ser rentista antes que retratista?

[Sábado, 6 de Noviembre]