jueves, 11 de agosto de 2022

Los Siete Infantes de Lara

 

Los Siete Infantes de Lara


Los caminos que llevan a Roma


Abilio, firme como el roble de la Demanda


Francisco Javier Gómez Izquierdo

       ¡Líbreme el Señor de decirle a Usted lo que debe hacer y cómo, en su tiempo libre! Pero ahora que todo se reduce a dar órdenes y multar a golpe de decreto-ley permita que le recomiende un buen plan para este fin de semana que empieza mañana 12. Si anda Usted por la Sierra de la Demanda o no le pilla muy lejos la zona y aún no ha asistido a la representación anual (trigésima vez) de "Los siete infantes de Lara" en Castrillo de la Reina no espere otro año porque cualquier día nos acabamos todos: el paisaje y el paisanaje. Usted ha oído hablar, tiene propósito de acercarse, le han contado maravillas: ... el imponente escenario ante la iglesia, los actores son todo el pueblo, la música, el vestuario, el frescor de la noche..." pero lo ha ido dejando y eso, que en Castrillo, donde la Raquel, heredera de la curadora ciencia de "la Eugenia" la de teléfonos, se come la mejor cecina del mundo como usted bien sabe.
     

Queda dicho lo anterior para los cercanos, pero para los forasteros, pongamos de Madrid o ¡yo qué sé!, Ávila o Segovia, que son tierras medievaleras, los invito a que se olviden estos cuatro días de los grados y de los aparatos de aire de la ciudad y busquen una casa rural en los alrededores de Salas de los Infantes. Mirar y pasear aún es gratis y entre los muchos lugares que se le quedarán en la magín si los visita están Santo Domingo de Silos, la Yecla, Covarrubias, el monasterio de Arlanza, el Cañón del Río Lobos, la tierra de Fernán González, nuestro buen Conde, donde se grabó no sólo El Bueno, el Feo y el Malo, sino también El Valle de las Espadas, donde Espartaco Santoni da vida al fundador de Castilla.
     Coma Usted en Lerma o Covarrubias, pasee el lechazo o lo que le haya apeticido por la Yecla o el cementerio de Sad Hill hasta hacer tiempo para escuchar a los monjes de Silos que cantan Vísperas a las 7 de la tarde. En escasa media hora, y eso sí, por sinuosa carretera que ha trazado el curso del Mataviejas, bordee la Peña Carazo y plántese en Castrillo con alguna prenda de abrigo en el maletero por lo que es probable ocurra durante la representación y trasládase a un cantar de gesta, reviva ese romancero que las modas educativas van arrinconando y sitúe a Doña Lambra, a Almanzor, a Gonzalo Gustios... en los paisajes por los que ha andorreado durante estos días. El bastardo Mudarra, "para hacer en el traidor (Ruy Velázquez) justa venganza" ya ha partido de "los arquillos" de Córdoba, donde Almanzor colgó las siete cabezas para pasmar a las buenas gentes que se acomodarán en el atrio de la iglesia de San Esteban Protomártir estas tres noches de agosto. El primo Abilio, el gran Abilio, el fraile con hábito dominico que cura a Clint Eastwood, el Bueno, en el monasterio de San Pedro de Arlanza, convertido en enfermería, ha adaptado el texto de Lope de Vega y dirige una de las obras teatrales más emocionantes que se pueden ver en Castilla. Abilio dice lo que mi madre: "En Castrillo hemos sido siempre un poco comediantes".
    

Si Usted se decide a pasar a gusto un buen día por menos dinero que lo que le costará la luz que gasta su artefacto del aire en, pongamos Madrid, hágame caso y llame al teléfono 676 35 67 66 donde se le atenderá como Usted merece. A éstas alturas no creo que queden muchas localidades, pero llame por si acaso. Si acude no se va a arrepentir. Es más, seguro que repite a otro año.