miércoles, 11 de mayo de 2022

Cómicos

 

Kierkegaard


Ignacio Ruiz Quintano

Abc


    Mark Milley, cabeza del ejército gringo, es la cara (¡una cara Rushmore!) del corrupto “Deep State”: tiene cuerpo de militarón, pero alma de cómico (“Milley quiere estar en el video de las actrices disculpándose por su privilegio blanco”, dijo Ann Coulter), y dice que “el conflicto internacional entre las grandes potencias va en aumento”, razón por la cual Sean Penn, la conciencia de América, pide tirar de arsenal atómico.


    –Estados Unidos no debe tener miedo a utilizar armas nucleares contra Rusia –dijo en la Fox.


    Igual que Resines nos arreglaría la salud vacunando por pelotas, como Feijóo, a todos los españoles, Sean Penn nos arreglaría la guerra de Ucrania atomizando a todos los rusos con el “Enola Gay” del Tío Truman en Moscú y San Petersburgo.
    

Este Penn no sabe de Kierkegaard, ilustre jorobado del existencialismo, ese ismo del jorobamiento de la vida. ¿Puede alguien dejarse matar por la verdad? Kierkegaard responde en el 47, al mismo tiempo, repara Schmitt, que el “Manifiesto comunista”:
    

No debe.
    

Esto jorobará a los predicadores de la penitencia que nos invitan a la guerra: ser un verdadero predicador de penitencias, dice Kierkegaard, no significa golpear a otros, sino sobre todo ser golpeado, o por lo menos golpear de tal modo que después te sea devuelto el golpe, es decir, predicar la verdad al enemigo vencedor y no al vencido.
    

Porque cuando alguien sufre una derrota, uno no se da cuenta de lo débil que es; puedes ver lo fuerte que es el otro.
    

Pero nuestros predicadores quieren librarse ellos mismos de ser golpeados hasta la muerte: “Quieren jugar el papel del maestro que golpea a sus alumnos”. Y antes de Kierkegaard, Hobbes, para quien sólo está obligado a ser mártir aquél que llama a los demás a la resistencia y predica el martirologio.


    Vivimos rodeados de ellos (persiguen a otros en lugar de ofrecerse), “pero ellos viven en el milagro económico, que es un milagro de expiación, y viceversa”. Se merecen a Sánchez de secretario general de la Otan.

[Miércoles, 4 de Mayo]