GONZALO TORRENTE BALLESTER
1911-1999
Gonzalo Torrente Ballester, padre de once hijos y autor de medio
centenar de libros, murió sobre las cinco y media de la madrugada,
después de pedir un vaso de agua a su esposa. El premio March al primer
volumen de su trilogía Los gozos y las sombras no lo sacó de su posición de outsider
de las letras. Fue la TV, en los setenta, la que lo convertiría, con su
adaptación de esta obra, en un escritor de masas traducido a todas las
lenguas “cultas”. Revisó el mito de Don Juan, vivió en la gran
Norteamérica y escribió sus Cuadernos de vate vago, La saga/fuga de JB, Fragmentos de apocalipsis, La princesa durmiente va a la escuela y Quizá nos lleve el viento al infinito.
Ganó un Planeta y un Cervantes. Era cervantino y cervantista. Y se hizo
fantasioso y socarrón. Porque lo que distingue a una cigarra de una
hormiga, dijo Ruano, es que aquélla puede hacer todo lo que la hormiga
hace, y además, cantar. ¡A ver si se enteran los del hormiguero!
IGNACIO RUIZ QUINTANO
(Del libro Serán ceniza, mas tendrá sentido / Ediciones Luca de Tena, 2006)