ELADIO CABAÑERO
1930-2000
Eladio
Cabañero le dijo a Umbral que cuando el Tomelloso FC salía a jugar
fuera siempre se traía prisioneros. De Tomelloso, cuando en Tomelloso
sólo había vino y García Pavón, fue a Madrid de la mano de Jaime
Campmany, jurado del premio de poesía del semanario Juventud. El
poema de Cabañero olía a páramo. “Eran versos antiguos bañados en
Quevedo, en Miguel Hernández y en Pablo Neruda.” Luego, por Recordatorio,
le dieron el Premio Nacional de Literatura de 1963. Una vez tuvo que
decir villancicos en una velada de Navidad, pero antes hablaba Federico
Muelas, orador interminable. Cabañero, entonces, le sacudió el epigrama:
“En el portal de Belén, habla Federico Muelas. / Cuando termina de
hablar, las pastoras son abuelas.” Poeta amoroso y social: “Quien no se
comió los huesos propios, / las heredadas venas de los padres, / como
quien por agosto bebe agua, / no fue digno de nadie.”
IGNACIO RUIZ QUINTANO
(Del libro Serán ceniza, mas tendrá sentido / Ediciones Luca de Tena, 2006)