domingo, 6 de mayo de 2018

Nos ha ganado un gran Huesca. 2-4

Melero y el Cucho, goleadores en El Arcángel


Francisco Javier Gómez Izquierdo

     Al Huesca lo he visto mucho esta temporada y lo tenía señalado, por juego sobre todo, como uno de los capacitados para ascender. Se lesionó el Cucho y aparecieron ciertas vacilaciones en defensa que me llevaron a creer que podía sucumbir a causa de vértigos de altura -con lo arriba que está Huesca en el mapa-, pero el Cucho ha vuelto, el equipo se coloca bien en el campo y la mayoría de los jugadores son de técnica notable... pero lo que les llevará donde sueñan es su inteligencia casada con un sistema que les va de maravilla.

    Son inteligentes los jóvenes, que lo son casi todos los once. Me lo dijo hace tiempo mi chico: “ los del Huesca son de mi tiempo”. La quinta de mi chico es la del 94 y en ella entran Melero, el capitán y goleador que se hizo en el Castilla, Chumy Ávila, otro goleador que hoy no ha jugado, el excelente Moi Gómez del que aún no me explico cómo ha ido a parar a Huesca, el exbético Álvaro Vadillo al que lesionara Ramos sobre un banderín del Bernabeu, el contundente lateral Akapo o el habitual en los cambios Kilian. El más que solvente portero Remiro tiene 25 años y tanto Pulido, aquel central que mimó el Atlético de Madrid, como el venezolano lateral izquierdo Alexánder González acaban de cumplir los 27. El otro central, Jair, uno de los elementos más flojos a mi parecer del equipo está en los 28. Como el zurdo Gallar que para continuar la dinámica de golazos contra el Córdoba hoy nos ha marcado el 0-1 en un artístico alarde tobillero. Ferreiro, uno de los veteranos, al que siempre le salen partidos excelentes -tanto en Lugo como en Huesca- contra el Córdoba volvió loco a Loureiro y ahí empezó a señorear el mejor equipo de Aragón. Era el minuto 20. El Córdoba había salido con la alineación que más gusta a un servidor. Con Aguado y sin Reyes. Pero el Huesca tuvo el día y otra vez por el lado de Loureiro donde se juntaban para amargarlo Ferreiro y Moi Gómez que lleva el 2, pero que es todo un 10, llegó el 0-2 obra de Melero que como digo sabe estar con inteligencia.

    Acabó la segunda parte con la dolorosa sensación de que el rival es mucho mejor. Salió Reyes y Guardiola coló el 1-2 a la hora pero no supimos sujetar la euforia ni nosotros ni nuestros jugadores y nada más sacar de centro Ferreiro puso el tercer gol azulgrana a los pies del Cucho, el alevín colombiano que acaba de cumplir los 19 el 20 de abril, como la canción de los Celtas. Dicen los que lo han conocido que Saviola es un tipo muy inteligente y yo añado entonces que el Cucho se parece a Saviola en todo. En los movimientos, en el correr, en la altura y en la inteligencia. A los cinco minutos nos pitan un penalty a favor y Reyes pone el 2-3. Se suceden dos minutos locos en los que El Arcángel parece que va a reventar y en éstas acontece un leve roce de Aguilera con no me acuerdo quién...; el 5 oscense, el más veterano de los hombres de Rubí -buen entrenador, aunque me caiga regular- y uno de los futbolistas más listos de 2ª, hizo la de Obdulio Varela  y se dio unos revolcones en el césped como si lo hubieran matado. “Está enfriando el partido y el ambiente”, les dije al presidente de mi peña y a Felipe que cabeceaba molesto con la interrupción. “La demora” que diría el “negro Varela” duró más de dos  minutos. Javi Galán que a veces parece obtuso, sólo supo reaccionar con impropia brusquedad a una incursión del Cucho en el área un minuto después del parón para que el colombiano además de a Saviola se pareciera también al Kun Agüero con su forma de “patear penales”. Ahí acabó el tanteo. Con un 2-4 continuador de la hemorrágica goleadora de la semana.

      Después tuvimos varias ocasiones, un poste entre ellas, que “el respetable” agradeció -agradecimos- como un golpecito de solidaridad en la espalda y con el convencimiento de que no hay cosa que reprochar cuando se da todo lo que se tiene. Ellos, el Huesca, yo creo que tienen más que todos -incluso más que Rayo y Spórting-, nuestros próximos rivales, y por supuesto mucho más que nosotros.
     
Se me olvidaba. Esa plantilla la ha ingeniado Emilio Vega -lo del Cucho sería propio de Monchi-, el anterior secretario técnico del amo del Córdoba. Un "asalariado" al que la perversidad de Carlos González ponía como pantalla para justificar sus alucinaciones fenicias en comandita con individuos de su calaña.