La Guardia Civil detuvo en Aranda a un vecino como autor de un delito de robo de ganado porcino con fuerza en las cosas. Los animales fueron sacrificados golpeándoles fuertemente en la cabeza con un objeto indeterminado y las evidencias encontradas hacen pensar que fueron sacrificados con extrema violencia. Ante la sospecha de que los autores volvieran a recoger estos animales, se dispuso un discreto operativo de vigilancia en los alrededores. Minutos después percibieron un vehículo ajeno a la explotación. El conductor, único ocupante del turismo, fue detenido al comprobarse que en el maletero había restos descuartizados de cuatro cerdos. El detenido regenta un bar en la capital ribereña, situado en pleno barrio de Santa Catalina y curiosamente apenas a 150 metros del cuartel de la Guardia Civil.