-Era el comentario general en La Moncloa. La llegada de Ruiz Gallardón al Consejo de Ministros fue la de un hombre mal encarado, más que el titular de la cartera de Justicia de un Gobierno vencedor. Parecía un delincuente que intentara ocultar su rostro a los fotógrafos. Como una exhalación, con el pelo casi rapado al cero, como dicen los psicólogos que hace la gente que quiere empezar de cero, ‘Ruizga’ subió las escaleras a toda velocidad, serio y adusto, como si quisiera hurtar a la opinión pública el secreto de sus pensamientos. A la propia Soraya Sáenz de Santamaría le preguntaron más tarde por el ministro más controvertido del Gobierno Rajoy, un hombre que deja una deuda de 7.000 millones de euros a sus espaldas en una de las ciudades más ricas de España y que prometió que no iba a abandonar la Alcaldía de Madrid.
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