martes, 12 de enero de 2021

Crispar y no crispar


 

Weber, otro populista 

Ignacio Ruiz Quintano

Abc


    Cinco diputados de Psoe, Pp, P’s, C’s y Bildu graban un vídeo conjunto por un 2021 “libre de crispación”. El hecho es irrelevante, pero el síntoma, no, si aplicamos el diálogo Ripalda, nuestro Sócrates de Teruel.


    Porque ¿qué es crispar? Llevar la contraria al que manda. ¿Quién manda? En el Estado de Partidos, los partidos, “okupas” del Estado. ¿Y qué es llevar la contraria? La política, el lugar del conflicto, es decir, de la crispación. Hay política donde el modo de resolver las cosas tiene que ver con el enfrentamiento y la imposición. Si no hay conflicto, no hay política; hay corrupción (reparto: un modo de resolver conflictos que carece de amenidad). ¡Socialdemocracia!


    –No entraré en esa iglesia –contestó famosamente Max Weber para rechazar la socialdemocracia alemana, que es la nuestra, una fusión ilegítima, para él, de reivindicaciones éticas y políticas.


    Los cinco liberalios del video por un 2021 “libre de crispación” responden al tipo acabado de progresista (“romántico, librepensador, noctámbulo, extravagante”): viven del Estado a mesa puesta, y juegan a la política como juego de opiniones, de palabrerío, “un asunto que se resuelve charlando”. Como diría mi ensayista, su modelo de sociedad admite a Odiseo, que debe de ser el de Bildu, pero no admite a Polifemo, al que ellos sitúan en Vox, por populista, como Weber, ya puestos, dado que para la socialdemocracia es populismo todo lo que no es socialdemocracia.


    Parafraseando a Jaeger, padre del “tercer humanismo” alemán, sobre las relaciones entre ideología y realidad política de espartanos y griegos, los liberalios se hallarían “obligados a la hipocresía moral, mientras cubren sus intereses con bellas palabras”; el papel de los populistas “no es tan fácil y se ven obligados a acudir a la franqueza”.


    Para no crispar, el liberalio con nómina del Estado (¡él ya pilló!) pretende eliminar las distinciones amigo-enemigo para la política, bien-mal para la moral y bello-feo para la estética. “Amén y awoman”.

[Martes, 5 de Enero]