sábado, 19 de octubre de 2013

El momento




Ignacio Ruiz Quintano
Abc

   El momento, según Botín, es fantástico para España, pues el dinero llega de todas partes.
    
Con el dinero llegando de todas partes y Sergio Ramos aportando “sabiduría” a Pilar Rubio, la mosca-robellón en la sopa del momento la pone el separatismo catalán: primero Durán, con su gorgorito golpista en el Congreso; y luego, “a más a más”, Mas, con su plantón a María Soraya en Barcelona, que es ir más allá que Pujol con su banderín de barras en La Moncloa del hermano de Juan Guerra.
    
A Mas se le ha puesto cara de cobrador de recibos, y cuando oiga lo de Botín revolverá los cajones en busca de facturas de “El Bulli” que pasarle a Mariano.
    
Si planta a “una muchachita de Valladolid”, es por ejercer una “rauxa” identitaria, un guiño al Makinavaja de Ivà.
    
Sólo que detrás del artúrico plantón había celos protocolarios, y ahí es donde el catalán mostró su condición de españolazo, descrita por Julio Torri en sus “Fantasías mexicanas”: dos carrozas que se encuentran en angosto callejón y ninguna retrocede.

    –¡Paso al noble señor don Juan de Padilla y Guzmán, Marqués de Santa Fe de Guardiola!

    –¡Paso a don Agustín de Tal, Marqués de Cuál, cuyos antepasados guerrearon…!

    –¡Por bisabuelo me lo hube a don Manuel Ponce de León, el que sacó de la leonera el guante de doña Ana!

    –¡Mi tatarabuelo Garcilaso de la Vega rescató el Ave María del moro que la llevaba atada a la cola de su bridón!

    Tres días con sus noches se sucedieron, hasta que mandó el virrey que retrocedieran las carrozas al mismo tiempo.

    Lo ridículo del momento catalán es que, en el callejón, sólo pega voces uno, que carece de sentido del ridículo.

    Del gobierno de María Soraya no ha salido una palabra más alta que otra, y sólo para hablar de la necesidad de adaptarse a la tendencia del momento.

    –Olvidan –dice Chestertonque en el mejor de los casos la tendencia del momento consiste por entero en personas que no se adaptan a nada.

    Y a esto se reduce todo el tabarrón catalán.