Enigma peñístico
Miranda de Ebro en Córdoba
El Ebro por Miranda
Francisco Javier Gómez Izquierdo
La veo rara. Como corresponde al nuevo fútbol de tele y VAR. En 2ª, las jugadas a rearbitrar desquician más aún que en 1ª, pero veo que se ha aceptado el ojo inquisidor a conveniencia del vigilante con el esnobismo que da vestirse como la gente de dinero.
La veo rara. Como corresponde al nuevo fútbol de tele y VAR. En 2ª, las jugadas a rearbitrar desquician más aún que en 1ª, pero veo que se ha aceptado el ojo inquisidor a conveniencia del vigilante con el esnobismo que da vestirse como la gente de dinero.
Rara, porque Cádiz y Zaragoza, mandones en la competición, no son las dos mejores plantillas. Rara, porque me parece que el resto de equipos están empeñados en que suba por fin el Cádiz, cosa que me alegra, de Álvaro Cervera, al que no entiendo cómo no le han cogido el truco de su simplicísimo sistema. Raro por la inexplicable irregularidad del Almería que ya despidió un entrenador por no garantizar el ascenso a un presidente del Oriente que no sabemos si Guti, el nuevo y flamante míster, le ha asegurado su mágico sueño. Si así es, lo tendrá que luchar con Huesca y Gerona, para un servidor las mejores plantillas dirigidas además por solventes entrenadores, Míchel y Martí. Supongo que también con el Rayo de Paco Jémez apuntado a la conveniente practicidad de proteger el golito, lejos de las excentricidades de aquellos 6/2 o 4/4 con que tantos elogios recibió y tantas derrotas cosechó. Se ha asentado Paco, el equipo es apañadito, equilibrado de seniors y juniors -alegra la importancia de Andresito- y parece el conjunto más en forma después del mal de la China. De los cuatro más favoritos para el play off del ascenso me da igual el que caiga, el Rayo no ha llegado aún, porque toca empujar al Mirandés hasta que nos cansemos de animar.
Tengo puesto que el Mirandés ocupa los corazones que antiguamente ocupaba el Athletic. No hay provincia sin peña bilbaína. Peñas del Mirandés no hay fuera de Miranda, pero a todo el mundo cae bien el Mirandés. Cae ya mejor que el Numancia, escuadra heroica por un día en Barcelona y... ahora mismo no hay club que le haga sombra en cuanto a ser querido por esa irresistible inclinación humana hacia la valentía del débil. Está en play off y lo veo solvente. Lo veo hasta brillante a rachas con esos Merquelanz, Guridi, Malsa (ayer no jugó por pagar expulsión), los dos Álvaros... que dan que pensar en muy buenas tardes futuras. A los cordobitas de mi peña los tengo locos con una foto de mi paseo mañanero que les he puesto esta mañana para que adivinen dónde tiene sentados sus reales Miranda de Ebro en Córdoba y dónde habrá que celebrar si procede, ¡ojalá proceda! un sorpresón descomunal en el último partido de 2ª de la rara Liga 19/20.
Rarísima por esa especie de nube chernobiliana que afecta a la parte Norte de la geografía futbolística española. Afecta incluso a la 1ª, con una Real Sociedad que parece, como el Getafe, no superar la inactividad pestífera y la vemos arrastrase sin alma y sin espíritu. El centro borrascoso está en Santander. El Rácing está condenado casi desde Navidad y no hay Oltra que valga. Oviedo, Lugo y Deportivo, los tres vecinos atlánticos, van a tener que encomendarse a cuanta meiga conozcan para involucrar a Albacete, Numancia y Málaga en las angustiosas batallas que esperan de aquí a agosto. De esos seis bajarán dos porque el acompañante del Rácing va a ser el Extremadura. Descenso nada extraño por esa tradicional miseria que va dejando Don Oliver por los clubes que pasa: Cartagena, Jerez, Zaragoza, Betis, Córdoba..
Nada, que a falta del Córdoba, ¡aúpa el Mirandés!