Ignacio Ruiz Quintano
Abc
En el 76, los sociatas de hoy estaban aún en la mamandurria falangista. Al llegar a Periodismo te hablaban de un profesor que se decía del Psoe, y los nuevos lo mirábamos como si fuera Joseph Merrick, el hombre elefante.
Después de cuarenta años de cal y de arena, dos caras de Bélmez de ese partido, Patxi y Meritxell (Mare de Déu, Meritxell!), presentan un programa de gobierno para limpiar España, no de “corrutos”, sino de curas y puteros.
Eso, más que un programa de gobierno, es un single de hacer tilín a las “groupies” de Rita Maestre, con una cara A para cerrar las capillas de las cárceles (¿y por qué no los comedores de Caritas?) que podría titularse “Arderéis como en el 36”, y una cara B para encarcelar a los clientes de putas (y putos, puestos a zuñir el estilo feminista).
Y todo por un “proyecto de país”, mantra fascista que repiten todos los loritos socialdemócratas, cada día más místicos.
–Yo, cada día más místico –dice Unamuno en su día de duda–. Le tengo miedo al racionalismo, que es la savia del catolicismo. Porque lo peor de éste es ser racionalista.
Nos van a dar las navidades con el single de Snchz, Patxi y Meritxell, que son los Peter, Paul & Mary de la nueva mística de la fresa, pero de Lepe en lugar de California.
–Pon las largas… ¡y al Estado laico! –grita Meritxell a Patxi (Snchz viaja atrás, en el maletero).
Pero ¿por línea recta o por camino circunflejo? Con la geometría aplicada a la política (teoría de la “calidad democrática” de Morlino), ésta es la cuestión que tendrá que resolver “la Lozano”, que no acierta a distinguir a San Pablo de Ludolfo Paramio.
En serio, Snchz: en vez de jugar a sacar a los curas del Estado, donde no hay ninguno, ¿por qué no juega usted a expulsar del Estado a todos los partidos, empezando por el suyo? Después, en vez del blog de Monedero, lee “El espíritu de las leyes” de Montesquieu, establece un sistema electoral representativo, separa los poderes… y nos ahorra a “la Lozano”.
