martes, 11 de agosto de 2015

Juan Ignacio (I)




Ignacio Ruiz Quintano
Abc

    Al hilo del “paseo” en el callejero a Juan Ignacio Luca de Tena por la carcunda comunista puesta por Pdr Snchz en el Ayuntamiento de Madrid para que haga lo que él no tiene c… de hacer, dice David Gistau, en formidable artículo, preferir los periódicos obligados a resistir.

    Primero con la República, pero luego con Franco, no hizo otra cosa Juan Ignacio, un león del periodismo y la empresa (la primera en establecer la jornada de ocho horas, dos años antes de que Romanones lo hiciera obligatorio en España).

    Juan Ignacio se hace cargo de ABC en el 29, y sería, desde cajista de imprenta, “como el Julián de ‘La Verbena’”, hasta director y presidente del Consejo.

    El 14 de abril del 31 surge la República, que el 10 de mayo se incauta del periódico y encarcela (entre comunes e incomunicado) a su director, acusado de matar al mecánico de un taxi que se negaba a vitorear al Rey. Una banda de “republicanos auténticos” intenta incendiar el periódico, primero, y luego desata la quema de iglesias y conventos.

    En la pared de su celda, a lápiz, hay un letrero, “Por la Libertad, el Derecho y la Justicia”, firmado, cuatro meses atrás, por Fernando de los Ríos, ahora ministro de Justicia.
    
Juan Ignacio hace frente a las suspensiones gubernativas (con la empresa abonando los salarios) , a los encarcelamientos arbitrarios y a una huelga general por no despedir a un obrero del taller, Jesús Navarro, que se niega a afiliarse a la Ugt, como mafiosamente exige el sindicato.

    Ya con el Frente Popular, ABC publica un editorial sobre Prieto, y el ministro se querella contra el director. En la conciliación con Jiménez Asúa, abogado de Prieto, y Colom Cardany, abogado de Luca de Tena (asesinado tres meses después), el juez se arrima al periodista y le dice al oído: “Escápese usted, que le tengo que meter en la cárcel”. De madrugada, Juan Ignacio huye de polizón en un aeroplano de línea francés.

    –Y empecé a conspirar por primera vez en mi vida.