viernes, 27 de febrero de 2015

Desparpajo



Ignacio Ruiz Quintano
Abc

Madrid ya tiene su primer candidato (hablamos del Ayuntamiento, pues la Comunidad es una broma de Agustín García Calvo): Carmona, mezcla de Bono y El Fary, al que la calle llama “El Quemao”, por poner las dos manos en el ascua de Tomás Gómez.

¡Así no las mete en la caja! –dice alguien en la cola del pescado.

Pdr Snchz (Pedro de la Preveyéndola, para el vulgo) ha tenido el desparpajo de presentar a su Carmona en competencia con Arco, esa cosa de la que hablan los mismos que lo hacen de la política, y con el mismo… desparpajo.

Arco pone este año sus casetas a disposición del arte iberoamericano, que viene con dinero nuevo y el viejo cuento de “épater le bourgeois”, o arte del desparpajo, en que sobresale el cubano Prieto, que por un vaso de agua en un estante pide veinte mil euros (¡casi lo que un Gin Tonic en “La Ruleta”!), que es lo que por ese número cobraban Tip y Coll en una temporada en “Cleofás”.
¿Pero qué “bourgeois” madrileño va a ir a Arco a epatarse con un vaso de agua de Cuba, teniendo a igual distancia una Universidad de Venezuela con cadáveres abandonados que te bailan (con “moonwalk” y todo) el “Thriller” de Michael Jackson?
A los padrinos venezolanos de Pablemos, el de los aplausos de bebé (de los aplausos vienen todos los horrores, tiene dicho Thomas Bernhard), les ha sobrado desparpajo para llevarse a la cárcel a palos, por opositor, al alcalde de Caracas, video que no ha llegado a tiempo a Arco.

¿Cómo Carmona no va a sacar pecho de palomo al presentarse a la alcaldía de Madrid, si ese desparpajo no se veía desde que Roldán, concejal en Zaragoza, se presentó a delegado del Gobierno en Navarra?

Tanto desparpajo anuncia una “rave” de demagogia desconocida. El anticipo es la Grecia de Syriza: no los había más rojos de palabra ni los habrá más fachas de obra.
Rajoy es... Leibniz, que también tenía dos filosofías: la optimista, que sabía falsa, con que triunfó, y la pesimista, que era la lógica, que escondió.