miércoles, 16 de abril de 2014

Martes Santo en Córdoba. Una talla de Mel Gibson y un bien por Cádiz

 El Cristo de los Universitarios

  Lágrimas de San Fernando para la Santa Faz

 La loba de Roma pasa ante el palacio del Duque de Rivas

 Relevo de costaleros en el Prendimiento

La vara del mozo

Francisco Javier Gómez Izquierdo

Salía por primera vez el Cristo de la Sindone, una imagen hecha con fidelidad a la anatomía de la Sábana Santa de Turín. Talla digna de Mel Gibson la que han sacado los universitarios. Ha resultado procesión muy seria, recogida y con mucha dignidad. Vestían los nazarenos con hábito de San Pedro de Alcántara en rigurosa formación y respetuoso silencio y me ha dado la impresión de que la Cofradía ha de convertirse en la referencia del Martes Santo. El Cristo de los universitarios va sin música y no parece necesitarla.

    A las Hermandades de la Sangre, La Agonía y el Prendimiento les sobran niños con cestas y madres con chucherías preguntando si tienes sed, bonito. En la Agonía, unas cuantas decenas de “servidoras” en traje negro van de atrás adelante y de adelante atrás saludando a los conocidos de las aceras y lo que le ha costado el traje de la niña. Un cuarentón ha metido a los niños, a los abuelos y a las vecinas en medio de los nazarenos para que saludaran a “mamá, la pobre, que lleva tres horas andando”.

Hay detalles que corregir en algunas hermandades, la verdad.
    Lo mejor han sido las bandas de música y sobre todas la que iba detras de la Santa Faz, la Agrupación de las Lágrimas del pueblo gaditano de San Fernando. A alguien le ha salido un ¡bien por Cádiz! al que el público ha respondido con un sentido aplauso. Tras el Prendimiento tocaba la banda del Cristo de Gracia, y aquí sobran las palabras.