martes, 25 de agosto de 2020

Pacheta, el Hombre del Niqui Azul


"Se lo dedico a los que me quieren.
 Ellos saben lo que les quiero"


Francisco Javier Gómez Izquierdo

A la misma hora que el Bayern campeonaba en Lisboa, en Gerona se jugaban el ascenso, la champions de los pobres, el club de la ciudad y el de un pueblo grande, el Elche, con más historia futbolística el pueblo que la capital. 

     Tenía un servidor mucho interés en que los ilicitanos vivieran una noche inolvidable por las penurias hermanas que padecían y padecemos y que tanta solidaridad levantan entre iguales. 

    Como el Córdoba cuando ascendió siendo séptimo -el Barca B no podía disputar play off-, el Elche ha estado en un sinvivir hasta resolverse el affaire Fuenlabrada con un disparate pitado desde Madrid que fue fabricando la caprichosa Fortuna aliada con ladrillos del VAR. La expulsión del gerundense Stuani a instancias del artefacto en la noche decisiva despejó el futuro a tipos que viven el mismo fútbol que un servidor. Tipos como Nino, un caballero con 40 años que además de consagrar la respetabilidad de un vestuario, hace goles artesanales como los ha hecho toda su vida; Fidel Chaves, al que siempre he reconocido aquí en Salmonetes... y que nunca debió marchar de Córdoba ¡Que gol,  el de la gloria, fabricó el onubense con su zocata prodigiosa! Gonzalo Verdú, el otro capitán, después de Nino, una roca a la que tampoco se la quiso limar a pesar de su ductilidad durante su estancia blanquiverde... pero sobre todos Pacheta, mi paisano. Pelendón de Salas de los Infantes que fue a las mismas discotecas que un servidor diez años más tarde: el Abeto en Salas y el Pikas en Quintanar. Pelendón que es leyenda y ejemplo en el Numancia, club de la tribu, más que en el Burgos donde empezó y yo creo que no jugó nada. Ni él, ni su hermano Pacheta II. Se pusieron el mote de la familia porque el apellido Rojo ya tenía su primero y su segundo.

   Pacheta cae bien nada más mirarlo y por allí donde ha ido ha dejado el terreno bien abonado: Oviedo, Barcelona, Cartagena, Soria es su casa... Hasta en Polonia le recuerdan con cariño por el año que anduvo por allí.

  Al Elche lo cogió hace dos temporadas en 2aB. Sin dinero lo ha puesto en Primera. Imagino que los aficionados del club franquiverde donde dicen que hay más "güevos" que palmeras, tendrán ya a Pacheta entre los más pistonudos de entre los suyos: Marcial, Esteban Asensi, Rubén Cano, Heredia... y exigirán a los nuevos e inquietantes propietarios que se les quite de la cabeza traer de míster a Maradona como prometieron, y se queden con Pacheta, "el hombre del polo azul", como le llaman ahora los de las teles.

   Su doña, que es de Quintanar, en el colegio de sus niños en Soria y en todos los pueblos de la Demanda decimos al polo, "niqui".