martes, 3 de marzo de 2015

El honor

El pobresito Snchz y el Padresito Raúl


Ignacio Ruiz Quintano
Abc

A Escobar, el amigo golfo de Bonafoux, le mandaron padrinos, estando en La Habana, y los despidió diciéndoles:

En las colonias no hay cuestiones de honor.
Pasemos del honor, que es palabra antigua, y vayamos a la vergüenza, aunque también empieza a serlo.

En La Habana, por lo que se ve, no hay cuestiones de vergüenza para esos políticos españoles que se pegan por un flamenquito para un selfy en la Corte Del Rey Sol Y Menores A Buen Precio (una verdad en números redondos de José García Domínguez).
Cuando el artista mexicano José Luis Cuevas, hipocondríaco tremendo, se operó de próstata, calló como un tuso porque no quería, me dijo, que su próstata estuviera en boca de todos.
El nombre de España está ahora en boca de los Castro, los Morales, los Maduro… y los Tsipras (estos son los más simplones: creen que somos una nación capaz de constituir un Eje del Mal), sin que a nadie le dé vergüenza.

A mí me la da el hecho de que en España no haya un solo político ni un solo comentarista que conozca el significado de los conceptos “bipartidismo” y “mayoría absoluta” en el ámbito de la representación democrática, pero descubrí que aquí, en materia de filosofía política, todo el mundo (a derecha y a izquierda) abreva en Sabina, cuya última ocurrencia es que “en España está en crisis el bipartidismo” (?).

Que ser valiente no salga tan caro, y que ser cobarde no valga la pena –dijo Rivera en su discurso de Madrid, citando al bardo de Úbeda, que no es precisamente Tom Paine.
Ratos así, entre la Quica y la Pelá, ¡son la vida!...
Ratos así, entre La Cuatro y La Sexta, ¡son la política!...

La nueva política, claro, que viene (de Rivera a Pablemos) con la obsesión de la “democracia danesa” (?), producto, ay, de un malentendido cuya explicación no nos cabe en lo que queda de folio.
Si aspiran a tumbar el sistema, que lo digan. Pero si su aspiración es heredarlo, lo patriótico para el votante (no es mi caso) será apoyar a los dos grandes.