lunes, 24 de marzo de 2025

Un toque, dos toques, tres toques


Juanito

Ignacio Ruiz Quintano

Abc


Pasó el Madrid, como estaba escrito, y el circo mediático se quedó cantando un toque, dos toques, tres toques, la Champions es un toque que se me escapó, con la música de un globo, dos globos, tres globos, aquella fantasía televisual de María Luisa Seco y sus cuentos para la infancia, infinitamente más entretenidos que los cuentos para la merma de Carlos Martínez y su escuela de sirenas, con los “madridistas” Valdano y Morientes defendiendo la “mano natural” en el área de un tipo que manotea, cortándolo, un balón centrado, porque Mateu, que es como el padre Mundina del arbitraje, y ha visto su nicho de mercado en la revisión de los estudios anatómicos de Leonardo da Vinci, así lo predica.


Lo noticioso de la noche no fue el penalti de Julián, o “julipenal” (versión futbolera del “julipié”, que es, en los toros, el volapié guarrindongo de otro Julián, el Juli), sino el sentido de Simeone, que por algo es el entrenador mejor pagado del mundo, para el espectáculo de la derrota.


En Argentina esta cultura de la derrota viene, según Borges, de Almafuerte, poeta prodigioso que juega con la idea de la derrota como un fin. Para Borges, desde luego, esa idea era realmente nueva. Almafuerte, dice, aceptó su neurosis a conciencia de que nunca sería feliz y asumió la frustración como la meta única de todo su destino: “Cuanto más abatido sea un hombre, más alto”. Para encontrar algo parecido, Borges tira de Stevenson, que no sabía para qué fin había sido destinado el hombre, “pero ciertamente no lo es para el éxito”. Y tira también de T. E. Lawrence, que en “Los siete pilares de la sabiduría” pone en boca de uno de sus personajes estas palabras:

 

La victoria es una limosna de Dios, y un hombre orgulloso no tiene por qué aceptarla. Lo único digno es luchar contra Dios, que es omnipotente.


Milton, añade Borges, piensa de la misma manera: desafiar a Dios es lo único digno, precisamente porque es omnipotente y, de antemano, sabemos que seremos derrotados por él. Desafiar a Dios… ¡o desafiar al Espíritu de Juanito! Fue la conclusión que sacaba uno viendo a Simeone dar, como un Batman otra vez abatido, su vuelta triunfal ante un público entregado a la magia de la derrota. Un amigo taurino solía decir que sólo él sabía de dos criaturas en el mundo que se crecen ante el castigo, los toros y los falangistas. Visto lo visto, habría que añadir a Simeone: “Nosotros hemos perdido, vale, pero ellos siempre van a recordar lo mal que se lo hemos hecho pasar”. Otra historia es la purria mediática: en el plató de Valdano estaban haciéndose cruces como beatonas con rosario de cuentas de lapislázuli porque Vinicius (y varios jugadores más, pero esos no interesan) se habían señalado ante la afición colchonera la pegatina de las Quince Champions. En Vinicius (que venía de hacerle al Rayo el gol de Charlot, el cómico que dijo: “La comedia es la vida vista de lejos. La tragedia es la vida vista de cerca”) fue su respuesta a la mofa en orfeón de “balón de playa”. Toma, 15. ¡Qué falta de respeto! ¿A dónde vamos a llegar? Que es lo que otros tontos de época, la de Luis Miguel Dominguín (padre de Bosé, para los nuevos) dando la vuelta al ruedo (con devolución de prendas) de Las Ventas y el dedo índice en alto para proclamarse el Número Uno.


En este mundo, modesto es el que no puede ser otra cosa –sentenció felizmente Gregorio Corrochano.


A ver si ahora el señorío va a ser taparse con un esparadrapo el número “15” para no ofender a quien tenga menos. Somos el país de la envidia igualitaria, y, dada nuestra alma envidiosa, habrá que apencar con la pena que en estas circunstancias supone convivir con el rey del mambo. Visto por Joselu: “Es que estos cabrones ganan una Champions y ni lo celebran”.


Dicho lo cual, el derbi europeo fue, como fútbol, un horror. Ancelotti, que va a ganar la Champions porque tiene la fortuna incluso de las lesiones, fue en el Wanda el payés que conocemos y que tiene en Modric (ídolo, ahora, de todo el antimadridismo) la superstición del detente. Mozos: “A Juanito pedimos, / por ser nuestro patrón, / nos guíe en el encierro / dándonos su bendición”. 


[Sábado, 15 de Marzo] 

El prior rebelde



Hughes


Lo contó el abogado Luis Felipe Utrera-Molina, que estuvo allí:  «Bolaños le acusó en mi presencia (al padre Santiago Cantera) de rebeldía por haber rescatado el Santísimo cuando precintaron la Basílica. Yo dije que algún día sabrá lo que es el Santísimo».


Una escena de la patocracia, porque lo de la partitocracia se queda corto. Es partitocracia de psicópatas. La degeneración servil convertida además en discurso público. Así respondió Bolaños al relevo del prior: «Es muy buena noticia que un prior que no comulgaba con los valores democráticos salga del Valle en plena resignificación y conmemoración del fallecimiento de Franco».


Los «valores democráticos» de Bolaños (los de la UE) también se comulgan. Los últimos años del régimen, los de la flexión sanchista, podrían entenderse en dos lugares: la sauna del suegro, donde se hundía el Estado Cuan Profundo y la Basílica del Valle, donde el Régimen estatalizó el cadáver no-democrático de Franco para prolongar, in aeternum, una sacralización antifascista.


La sustitución del prior no puede sorprender a nadie que escuche la radio de la Conferencia Episcopal española. Hace unos años, participé fugazmente en ella. Allí se discutía si Vox era aceptable por la democracia española. No lo decía ningún izquierdista caribeño. Lo sostenía ante mis ojos un periodista de El Mundo.


Y esto es importante recordarlo esta semana en la que ha pasado alguna cosa más.


En TVE se acusó abiertamente a Abascal de delito de odio y se recordó, con tono amenazante, que lo único que le protege del banquillo es su condición de aforado.


Y apareció un nuevo artículo «liberal» contra el quintacolumnismo en España. Nuevo señalamiento del que estando en guerra colabora con el enemigo. «Zapa traicionera», en palabras del filósofo Savater, su autor. Es un tic ya habitual del autodenominado liberalismo español. Savater, cuya idea  de la libertad nos quedó clara en la pandemia, estuvo 47 años escribiendo en El País hasta que descubrió que seguían una línea afín al PSOE (Javier Bilbao), entonces culminó la proeza intelectual desembocando en Ayuso, que lo premió, por cierto, con un Dos de Mayo.


Abascal dijo algo estos días: «A Ayuso le han encargado la destrucción de Vox». La presidenta del Madrid DF, con más agenda que Von der Leyen, regresaba de London. Hasta que nos traigamos la City, será Mahoma quien tenga que ir a la Meca. Allí explicó a los ingleses el «liberalismo a la española», que consiste en no mentir. Liberalismo es, por tanto, lo que se dice en Londres pero no lo que se financia en radios y periódicos en Madrid.


Los excesos de Savater («recua», «semitotalitarios») iban acompañados del habitual resumen peliculero del siglo XX: EE.UU salvó a Europa de los «autócratas belicistas». Hernández Mancha confesó que el PP se llama PP por el PPEuropeo, y habría que empezar a tener claro que también europeizaron la historia. Como la española no les valía, los neoliberales españoles subcontrataron su explicación del siglo XX a la propaganda del mundo anglosajón. Porque a España… ¿quién la salvó y de qué riesgos? Pase que a la hora de explicar la Segunda Guerra Mundial se olviden de la Unión Soviética, no nos afecta mucho, pero lo que hace la derecha instalada y señaladora es conectarse con esa visión del siglo XX, ese buenos-malos, olvidando la realidad española. Enchufan el 78 al orden del 1945, empalman el abrazo de la Transición (from the law to the law) con la legitimidad churchilliana y el orden de posguerra del mundo liberal, pero su legitimidad (el primer «ley» del de la ley a la ley) no está ahí sino en la guerra ganada al frente popular soviético que contaba además con la carnicera ayuda de progresistas internacionales.


Sobre la República, la Guerra Civil o el exterminio de católicos se extiende un manto de silencio, un olvido. Un literal no es nuestra guerra y se sustituye la historia española por la propaganda churchilliana.


Pero esta derecha no viene de Normandía. Viene de donde viene. Y a España no la salvó Churchill


Lo que nos lleva al prior Cantera, y su martirio blanco. Quien sirve a Cristo bastante es que sirva a España. A la verdad de España. Es admirable que lo haga pudiendo simplemente ‘moderarse’. Abandonarse a Cristo, ese absoluto estar en otra liga, debe de ser estar a otra cosa estando a todo.  


En la España actual se prolonga una aniquilación ideológica, minuciosa y sistemática que viene de antiguo. Todos sabemos lo que está amenazado, todos sabemos a qué tipo de comportamientos se le agotan los trienios.


¿Cómo acabar, porque urge ya, un artículo que empezó con Bolaños interviniendo el Santísimo?


Isabel García, una científica que vive en Alemania y ha de volver a su Bilbao para cuidar de la madre, contó en el bendito X de Musk la siguiente escena:


«Al salir del ambulatorio con mi madre, había dos hombres y un perro. Le estaban enseñando a obedecer en euskera. Uno de ellos le repetía:


-Erderaz, puaaaaagh,  erderaz, puaaaaaagh.


Que quiere decir: «¡en español, qué asco. En español, qué asco!».


Al perro se lo decía. Y el otro hombre se reía». 


Leer en La Gaceta de la Iberosfera

Aportación a los voluntarios de la guerra liberalia por la salvación de Europa. "Apuntes de la p... mili". Viva la 32


 
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Lunes, 24 de Marzo

 



Luna llena

domingo, 23 de marzo de 2025

Mora



Ignacio Ruiz Quintano

Abc Cultural


A pesar de unos pocos ejemplos contrarios, el peligro, al juzgar obras de arte contemporáneo, no está, nos recuerda Gómez Dávila, en que lo bueno parezca malo, sino en que lo malo parezca bueno.


Sábado de octubre, primeros de mes, en la Feria de Otoño madrileña, con los tendidos llenos de cuñados: el torero Juan Mora –viejo, pobre y con carné de artista, las tres cosas que vuelven loca a Madrid– corta tres orejas. ¿Por qué?


Volvemos a Gómez Dávila: lo auténtico en las artes nunca logra tanta popularidad auténtica como lo falso. Y remata: nada le es tan funesto al arte como el entusiasmo del público.


Las tres orejas de Mora en Las Ventas son un cante semejante al de Angela Merkel en Bruselas, cuya boca abierta ante las acurrencias del presidente rumano ha dado la vuelta al mundo y explica aquella imagen de Quevedo sobre lo que significa pedir “como alemanes cantando”. La bocaza de Merkel es la que se les quedó a los aficionados ante la suelta de pañuelos orejeros del presidente.


Y es que con la sensibilidad taurina le ocurre a uno lo mismo que con la sensibilidad musical. ¿Dónde está la sensibilidad musical: en la cabeza, en la médula o en los calcañares? Esa pregunta se hacían los sabios alemanes en la época de Camba, que se tenía por una persona inteligente, pero carente de sensibilidad musical.


Cuando voy a un concierto y veo la emoción de todas las gentes, mientras yo permanezco frío, me considero un pequeño monstruo.


Un pequeño monstruo, en efecto, me sentí la tarde de Juan Mora en Las Ventas, y yo creo que todo viene de ir solo a los toros.


A los toros los tíos van con la parienta –si no, no podrían ir a los toros ni a ningún sitio–, lo que explica el tirón popular de Cayetano, Castella o Manzanares, ese Marlon Brando de “El rostro impenetrable” pasado por Justo Algaba.


Las orejas de Juan Mora, que primero brindó a un crítico, las paseó en la vuelta al ruedo su chiquillo, arrancando las lágrimas a todas las parientas. Yo creo que hay que ir a que las paseen las parientas. 

Aportación a los voluntarios de la guerra liberalia por la salvación de Europa. "Apuntes de la p... mili". El multiplicador



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Domingo, 23 de Marzo

 



Valla con gato

Si no os convertís, todos pereceréis de la misma manera

 DOMINGO, 23 DE MARZO


En aquel tiempo se presentaron algunos a contar a Jesús lo de los galileos, cuya sangre había mezclado Pilato con la de los sacrificios que ofrecían. Jesús respondió:


-¿Pensáis que esos galileos eran más pecadores que los demás galileos porque han padecido todo esto? Os digo que no; y, si no os convertís, todos pereceréis lo mismo. O aquellos dieciocho sobre los que cayó la torre en Siloé y los mató, ¿pensáis que eran más culpables que los demás habitantes de Jerusalén? Os digo que no; y, si no os convertís, todos pereceréis de la misma manera.


Y les dijo esta parábola:


-Uno tenía una higuera plantada en su viña, y fue a buscar fruto en ella, y no lo encontró. Dijo entonces al viñador: “Ya ves, tres años llevo viniendo a buscar fruto en esta higuera, y no lo encuentro. Córtala. ¿Para qué va a perjudicar el terreno?”. Pero el viñador respondió: “Señor, déjala todavía este año y mientras tanto yo cavaré alrededor y le echaré estiércol, a ver si da fruto en adelante. Si no, la puedes cortar”.


Lucas 13, 1-9

sábado, 22 de marzo de 2025

Arnaud Imatz: «El discurso de J. D. Vance en Múnich fue uno de los momentos más emocionantes de mi vida»

 

Arnaud Imatz


El histórico discurso de James David Vance en Múnich el 14 de febrero fue sin duda de la mayor importancia. Anunció una ruptura con el pasado, un verdadero cambio de paradigma, por no decir una revolución. Para mí fue uno de los momentos más emocionantes de mi vida. Más aún cuando vi que había dejado al público al que se dirigía sin habla, atónito y paralizado. Fue un placer ver a los viejos politicastros molestos y capeando el temporal cuando Vance concluyo: «¡Que Dios os bendiga!

¿Y qué dijo? Por cierto, que los europeos deberían responsabilizarse de su propia defensa o al menos «compartir la carga». No olvidemos que el presupuesto de defensa de Estados Unidos es el más alto del mundo (970.000 millones de dólares). Los de los países de Europa y del resto del mundo son infinitamente inferiores. A modo de comparación, China y Rusia tienen presupuestos de 250.000 y 130.000 millones de dólares respectivamente, por no hablar de los 90.000 millones de Alemania y los 60.000 millones de Francia. El ejército francés es inexistente, aparte de algunos misiles y submarinos nucleares (290 cabezas nucleares frente a las 3.700 de Estados Unidos). Sólo podría disponer de 30.000 hombres y no sería capaz de mantener más de 100 km de línea de frente, con apenas una semana de municiones, frente a un ejército ruso establecido en una línea de 2.000 km de longitud. Después de tantos años de incompetencia política, se tardaría al menos veinte años en desarrollar una fuerza militar a la altura. Esto demuestra la «locura» de la retórica belicista de Macron.

Estados Unidos mantiene más de 800 bases militares en todo el mundo (los rusos ni siquiera una veintena). Los chinos, cuyo poder crece a pasos agigantados, pretenden aumentar considerablemente el número de sus bases militares en el extranjero. Entre 2018 y 2020, el número de artículos en revistas científicas chinas se elevó a unos 400.000, superando con creces a Estados Unidos, que apenas produjo 200.000. Entre 2014 y 2023, más de 38.000 innovaciones GenAI procedieron de China, de un total de 54.000. Es decir, seis veces más que Estados Unidos. El temor de Trump, mucho más previsor que el de nuestros dirigentes, es que Rusia caiga en la órbita de China. Europa y Ucrania (que sólo es independiente desde 1991) son, por tanto, preocupaciones secundarias para él. Y esto no es nada nuevo. Ya en 1984, cuando trabajaba como jefe de gabinete adjunto del secretario general de la OCDE, pude comprobar que el mayor interés de los diplomáticos estadounidenses ya no era Europa, sino el Pacífico y Asia. El deseo de Trump de restaurar el poder económico y social de su país limitando drásticamente el crecimiento del presupuesto de defensa es comprensible.

Pero lo más importante del discurso de Vance es sin duda su llamamiento urgente al respeto de los pueblos y de la democracia, su denuncia de la censura y de los ataques a la libertad de expresión, su crítica de la inmigración masiva (sobre la que nunca se ha consultado a ningún elector del continente), su denuncia de la deriva antidemocrática de las élites europeas; una lección magistral, pero evidentemente inaudible y escandalosa para una casta político-económica-mediática hinchada de orgullo, arrogancia y pretenciosidad.

 

Leer en La Gaceta de la Iberosfera

En la muerte de George Foreman

 

The Boxer

Montoya



Ignacio Ruiz Quintano

Abc Cultural


Ibarra es hoy un caudillo perplejo. Es natural. Para escandalizar al burgués, se puso en las manos de los cultos, y los cultos se han puesto las botas y no han espantado al burgués.


Para espantar al burgués, el inglés Tony Kaye fue por lo social y quiso concursar al premio Turner con un trabajador metalúrgico despedido y sin casa, mas nadie le encontró la gracia. Entonces el extremeño Montoya resolvió ir por lo laico y darle al burgués un susto de cojones con un Cristo priápico de priapismo tremendista, mezcla de Pascual Duarte y Tom de Finlandia, al modo en que el poeta del Sepu intentara asustar a un notario con un lirio cortado o dar muerte a una monja con un golpe de oreja. Ante tal espectáculo, cualquier burgués no puede por menos que levantar una ceja y, ante la ceja levantada de un burgués, la legión de intelectuales de guardia corrió a suscribir un manifiesto. Está por ver el día en que leamos el siguiente suelto periodístico: “En defensa de la política cultural de Fulano, el grupo de intelectuales de guardia se ha puesto, en vez de a firmar, a trabajar.” El referido manifiesto en defensa de la política cultural –es decir, de las subvenciones– de la Junta agota todos los tropos a favor de la libertad de expresión y en contra de la censura.


La izquierda es la pendiente por donde ruedan todas las facilidades del espíritu –dijo un sabio.


Pero en Madrid, y como titulaba la prensa de progreso, la profesora que dio clase con una camiseta anti-Zapatero “se queda sola”. En la prenda estaba escrito: “Fórmula matemática: HB + ZP = HP”. Y, sólo con eso, la profesora consiguió espantar, no al burgués, sino al progre, que es lo que ha sustituido al burgués en el arte, ciertamente pingüe, de ofenderse. La profesora apeló retóricamente a su derecho a la libertad de expresión, más las fuerzas vivas del Instituto la obligaron a despojarse de la camiseta,  a pedir perdón por escrito y a prometer que no volverá a ponérsela. “No es la primera vez que hay incidentes de ‘índole ideológica’ con esta docente”, declaró un representante de esas fuerzas vivas.


Los resultados de la “liberación” moderna nos hace recordar con nostalgia las abolidas “hipocresías burguesas” –insistió el sabio.


En Nueva York, dice que inspirada en las conferencias del juez Garzón, la cómica Puy Navarro ofrece “La vida es sueño” de Calderón como si se hubiera sentado sobre ella el mismísimo Calixto Bieito, de manera que el injusto encarcelamiento de Segismundo sirve para denunciar los injustos encarcelamientos en Guantánamo de, entre otros, Jalid Sheij Mohamed.

Aportación a los voluntarios de la guerra liberalia por la salvación de Europa. "Apuntes de la p... mili". Granada al peso



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Sábado, 22 de Marzo

 


Natividad de Nuestra Señora

viernes, 21 de marzo de 2025

El suicidio de Europa


Fueyo, junto a Mercedes Formica-Corsi Hezode, en un jurado de los Cavia,1971 (Foto de Teodoro Naranjo)

Ignacio Ruiz Quintano

Abc


En la España de Jesús Fueyo, el constitucionalista, entre trago y trago, mejor amueblado de su época, la llamada Constitución, ese monstruo horaciano que es la Carta otorgada del 78, fue redactada en secreto (de Estado, por supuesto) por un director teatral y un ingeniero agrónomo, ambos políticamente analfabetos.


De Fueyo encontré una vez en una librería de viejo un ejemplar intonso (con las barbas sin cortar) de “La mentalidad moderna” con una dedicatoria de puño y letra para el general Muñoz Grandes:


Al Excmo. Sr. Capitán General D. Agustín Muñoz Grandes, ejemplar soldado de España. En testimonio bien nuestro de las pruebas de afecto y confianza que de él he recibido. Reiterándome a sus órdenes, Jesús Fueyo.


Muñoz Grandes (veterano del Rif en la Restauración, fundador de la Guardia de Asalto en la República, comandante de la División Azul en la Dictadura) nunca leyó, pues, el libro de Fueyo, condenado por el Estado de Partidos que ya cumple medio siglo (un lustro de los del papafrita Urtasun) al ostracismo con que los próxenos de Javier Torrox y los flabelíferos de Rubio Esteban (un Régimen, el nuestro, de juglares y bufones, de próxenos y flabelíferos) acostumbran hurtar a los españolejos cualquier excelencia (lejos de nosotros la funesta manía de pensar: Nicolás Ramiro Rico, Miguel Espinosa Gironés, y sobre todos, Antonio García-Trevijano) en asuntos de teoría política, de la que estamos ayunos de lo que es y ahítos de lo que lo parece.


El general que no leía a Fueyo fue un valiente a la manera de la sustancia (aquello que no reside en otro): como vicepresidente del gobierno, si no estaba de acuerdo con Franco, se ausentaba del Consejo de ministros, pero, en lugar de quedarse en casa y dar ocasión a que se dijera que estaba de baja por gripe, se presentaba a tomar café en el bar de enfrente de El Pardo. Después de todo, era el último español que luchó contra Rusia sobre el terreno, hasta esta eclosión liberalia de pechos-lobos tuiteros que graznan como gansos capitolinos para alertarnos contra los bárbaros. Del alemán Peter Sloterdijk (socialdemócrata pata negra, por si los tontos) a un periodista liberalio de “Die Zeit” con ganas de guerra: “¿No habría que alertar alguna que otra vez contra los alertadores? Me parece que lleva usted el camino perfecto para convertirse en un ganso problemático: primero, porque grazna de un modo exagerado; segundo, porque hace sonar la alarma por encargo de un tercero”.


Europa –me escribe un amigo, derecha ilustrada, que fue embajador en Rumanía– se suicidó en 1914, a impulso de todos, pero fundamentalmente del revanchismo francés y su alianza con Rusia. Los “hechos diferenciales”, incluida la lengua, son mucho menores entre Ucrania y Moscovia que entre Cataluña y Aragón. Tengamos especial cuidado los españoles.


Los españoles tienen por ángel tutelar del Poder Spermatikós del 78 a Ábalos.


[Viernes, 14 de Marzo] 

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Viernes, 21 de Marzo

 


San Marcos Evangelista

jueves, 20 de marzo de 2025

Montezuma


Claudio Valdés Kuri


Ignacio Ruiz Quintano

Abc Cultural


En Madrid sólo hay dos Reales: el Real de Florentino Pérez y el Real de Gerard Mortier. Pérez es un empresario de éxito. Mortier es un cursi de cojones, por emplear una palabra internacional (Capote la suelta en “A sangre fría”) que emocionará al lector de este folio como las operillas de Mortier emocionan a los pagafantas del Real.


Leo en una reseña periodística: “El público, más heterogéneo de lo habitual en el Real, no en vano las entradas costaban entre 30 y 70 euros, aplaudió entusiasmado.”


¿Y a qué aplaudía entusiasmado ese público heterogéneo? Pues a la gilipollez de “Montezuma”, que es una gilipollez alemana recuperada por el Calixto Bieito mexicano, un chico fresa llamado Claudio Valdés Kuri.


Claudio Valdés Kuri, Calixto Bieito y Gerard Mortier son pulgas del Presupuesto con la promesa de emocionar a la gente que acude al teatro. Vamos a ver, Claudio, Calixto y Gerard: ¿os gustan las emociones teatrales? Id a los toros. Id a ver a El Cid con seis victorinos en Bilbao. Pero lo de Cortés dando por retambufa a Montezuma, que es lo que el público heterogéneo del Real de Mortimer aplaudió entusiasmado, es una gilipollez, pues la teoría histórica del criollito Claudio Valdés sobre la Conquista no tiene más interés cultural que la teoría psicológica de la locutora Sara Carbonero sobre el egoísmo de Cristiano Ronaldo, o que la teoría sexual de Raúl del Pozo sobre la vena locaza de Cortés. Todo esto no es más, en resumidas cuentas, que ganas vestir pulgas.


-Como no hemos podido descubrir ningún nuevo continente, ni inventar el liberalismo o el comunismo, ni la producción en serie, no nos ha quedado más remedio para distinguirnos que sobresalir en el difícil arte de vestir pulgas -declara Octavio Paz en “El arte de vestir pulgas”.


Claudio Valdés y Gerard Mortier son dos vestidores de pulgas que nos cuestan como si vistieran a las Barbies de Zapatero.

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Jueves, 20 de Marzo

 




Zapatito sin niño

miércoles, 19 de marzo de 2025

Montaigne



Ignacio Ruiz Quintano

Abc Cultural


Montaigne ya no es más que el nombre de una piñata mediática. Pero ¿cómo se pronuncia ese nombre? Lampedusa aclara que, en francés antiguo, la palabra “Montaigne” se pronunciaba, al principio, “Mentagne”, y luego, con la evolución ortográfica, “Montagne”. Montaigne se presentaría como “Montagne”, aunque hoy habría de hacerlo como “Montegne”. La prueba, dice Lampedusa, son los taxistas parisinos: pidámosles que nos lleven a la “avenue Montagne” o a la “avenue Montegne”, y a ver cuál de las dos direcciones entienden.


En su libro “¿Dónde se encuentra la sabiduría?”, Harold Bloom quiere ser original comparando a Montaigne con Freud. Con idéntico propósito de originalidad, Bloom compara en el mismo libro a Franco con Stalin y Mao, pero escribir que “el totalitario Platón establece en ‘Las Leyes’ el prototipo para Franco, Stalin o Mao” no pasa de ser una melonada indigna de un lector de Montaigne, maestro del “correlativo objetivo”.


Montaigne, antes que un ideólogo, es un estilista. ¿Acaso el propio Montaigne no es de la opinión de que morir por una idea es conceder excesivo valor lógico a las conjeturas? De las ideas de Montaigne afirma Lampedusa que, si hubieran sido expresadas por un “idéologue”, nadie las recordaría ya, pues “la única droga que embalsama por los siglos de los siglos la momia de las ideas es el estilo”. ¿“Estilo”, hemos dicho? ¿Y cómo se nos ocurre hablar de frailes, habiendo epidemia en Madrid?


“¿Qué sé?” (“Que sais-je?”), es la idea más famosa de Montaigne. ¿Y qué sabemos de Montaigne? Que fue escéptico y egoísta, aunque razonable. Alfonso Reyes lo pone como ejemplo de esa especie de desamor que acompaña siempre al egoísmo: “Su yo es centro atractivo de una sociedad de inteligencias.” Montaigne, que censura ácidamente la inconsistencia femenina para la amistad –no hay mujeres en Montaigne–, sólo amó a su padre y a su amigo Étienne de la Boétie, a quien perdió a los treinta años. Para protegerse de la melancolía acudió a la sabiduría, “inventando” el librepensamiento: descreyó de la fe del mismo modo que de la razón, y en esto, según la muy aguda observación lampedusiana, es superior a sus seguidores de la Ilustración, que sólo eran libres para ir por la izquierda.


¡Montaigne! Con treinta y ocho años, Montaigne lo deja todo para ir freudianamente en busca de su yo. Una de las famosas cinco firmas de Shakespeare se encuentra en un ejemplar de los “Essais”. Sainte-Beuve imaginó el funeral de Montaigne seguido de un cortejo formado por todos los escritores de Francia: del pasado y del porvenir. 

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Miércoles, 19 de Marzo

 


Mantón de Manila

Festividad de San José


CR

Festividad de San José, patrón de la Iglesia universal, de los trabajadores y de la buena muerte.

Los atributos característicos de San José son la vara florida, que se cree es de almendro, suplantada muchas veces por la azucena o lirio, símbolo de pureza y castidad. A veces, la paloma del Espíritu Santo aparece sobre las flores de la vara. Este atributo de la vara se origina en los Evangelios Apócrifos, donde se relata que fueron convocados al templo un hombre de cada tribu de Israel para elegir esposo para laVirgen María. José fue por la tribu de Judá. Cada hombre debía llevar una vara, las que fueron dejadas sobre el altar. Cuando al día siguiente el sacerdote ingresó al Sancta Santorum, un ángel tomó la vara más pequeña, la de José y, según algunas versiones la vara floreció, y según otras la paloma del Espíritu Santo surgió de ella, señalando al elegido para desposar a la Virgen. Así se cumpliría lo narrado por Isaías: -

-Y saldrá una rama de la raíz de Jesse, y una flor saldrá de su raíz. (Is 11,1)

Los santos que más han propagado la devoción a San José son Vicente FerrerBernardino de SienaFrancisco de Sales y, por encima de todos, Teresa de Ávila, que fue curada por él de una terrible enfermedad que la tenía paralizada. La mística fundadora decía:

-Durante cuarenta años, cada año en la fiesta de San José le he pedido alguna gracia o favor especial, y no me ha fallado ni una sola vez. Yo les digo a los que me escuchan que hagan el ensayo de rezar con fe a este gran santo, y verán que grandes frutos van a conseguir.

Todos los conventos que fundó Santa Teresa tienen por patrono a San José.


Felicidades a Josefas y Josés en el día de su santo 

martes, 18 de marzo de 2025

El apagón europeo


Edward Grey

Ignacio Ruiz Quintano

Abc


Los apagones son la señal de llegada del socialismo, última estación del liberalismo, aunque aquí vivimos entre orates que por dislexia han hecho el recorrido inverso y terminan papando moscas en el sanatorio del alienista doctor Esquerdo, cuyo patio es el funesto Estado de Partidos “que con tanto trabajo nos dimos todos”.


Lector: es mucho más triste un manicomio que un cementerio –avisó el Caballero Audaz.


La patocracia europea (consumación de la de la Urss descrita por Bukowski) nos ha envilecido a todos (doma social) con un tuit-regüeldo de la UE sobre las matanzas del nuevo gobierno sirio (el nuestro): “La Unión Europea condena enérgicamente los recientes ataques, aparentemente cometidos por elementos pro-Assad, contra las fuerzas del Gobierno provisional en las zonas costeras de Siria y toda violencia contra civiles”. Esta ignominia es un apagón moral que nos desacredita como especie.


¿Qué tenemos aquí, bárbaros o mandarines? En su brillante análisis del trumpismo rampante, Curtis Yarvin nos da una pista para distinguir a los de allá que vale para los de acá: “Cuando los bárbaros entran en la catedral, deambulan por la nave, rompen joyas de las cruces, se visten con los hábitos sagrados y asan una cabra en el altar mayor. Cuando los mandarines entran en la catedral, todos se convierten en cardenales y luego se concentran en reformar la misa y en conseguir que sus sobrinos obtengan prácticas de monaguillo”.


En el 15, Assad le parecía a Trump “mejor que los del otro lado”: “Parece que a Rusia le gusta Assad. Bueno, que ellos den esa pelea”. ¡La colusión rusa! Producto, al fin y al cabo, de la Guerra Fría, la UE, para vivir, necesitaba de un enemigo, y que ese enemigo fuera Rusia, para que de su defensa se ocupara el Amigo Americano. El pánico europeo a Trump no es a que nos ponga aranceles, sino a que nos quite el temor a Rusia y el chiringuito entero se venga abajo. De Metternich tenemos a Kaja, que es un Dexter con apagón intelectual que pide, entre risas, derrotar a Rusia “porque podrá ser partida en pequeños países”. De Sacarino para todo tenemos a Macron, que sale en TV a declarar la guerra a Rusia y todavía no ha recibido contestación, el hombre. Y de Tom Paine en Siria tenemos a Abu Mohamed, que ante la barbarie desatada contra los cristianos ha pedido a sus chacineros que se abstengan, no de las matanzas, sino de difundirlas por el móvil, es decir, un apagón informativo al estilo de nuestro pierrot Thierry Breton. Las firmas de las órdenes ejecutivas de Biden eran falsas, pero al rumano Georgescu le faltaba una firma en los papeles para ser presidente del país que quiere conquistar Rusia para acabar con las elecciones.


Las luces de Europa se apagan. ¡Sabe Dios cuándo volverán a encenderse! –comentó sir Edward Grey, titular del Foreing Office, la fatídica noche del 4 de agosto del 14 (la del suicidio de Europa), cuando expiró el ultimátum de Inglaterra a Alemania sobre Bélgica.


[Martes, 11 de Marzo] 

Aportación a los voluntarios de la guerra liberalia por la salvación de Europa. "Apuntes de la p... mili". Pelotón



Los 80

Militaria
Los apuntes de la p... mili