Al final del partido, todos contentos
Andaluces hermanos
Ignacio Ruiz Quintano
Abc
Reprochaba un servidor antier la impostada dignidad de los dirigentes del Mallorca que pedían vigilancia en los partidos Córdoba-Almería y Ponferradina-Gerona. Daban por hecho los dirigentes del Mallorca la victoria de su equipo en el Nuevo Zorrilla y uno tenía la sospecha de que los dirigentes del Mallorca hablaban con mucho conocimiento de lo que dependía de ellos solos.
Reprochaba un servidor antier la impostada dignidad de los dirigentes del Mallorca que pedían vigilancia en los partidos Córdoba-Almería y Ponferradina-Gerona. Daban por hecho los dirigentes del Mallorca la victoria de su equipo en el Nuevo Zorrilla y uno tenía la sospecha de que los dirigentes del Mallorca hablaban con mucho conocimiento de lo que dependía de ellos solos.
Los dirigentes del Mallorca han de agradecer el desamparo en el que se hallaba sumida la Ponferradina, la necesidad de puntuar del Gerona y los pocos impedimentos que al parecer le ha puesto el Valladolid a su equipo, y no buscar tres pies a unos gato que en todos los anocheceres de la liga suelen ser pardos.
Que el Almería “tenía garantizado el empate” en El Arcángel era cosa sabida, porque a pesar de que está prohibido en los estadios el marcador del tiempo y resultados, en los banquillos todo el mundo mira más el interné que a su partido.
En el descanso ganaba el Almería 0-1 y en el móvil de Felipe estábamos sextos mientras en el del presi nos ponían los séptimos. Cinco equipos empatados a 64 puntos, y lo más llamativo de la tarde, la derrota del Zaragoza, antes de que empezara la jornada nuestro casi seguro rival en el play off.
Arcediano Monescillo, un señor de La Mancha al que dejan pitar partidos de segunda división, nos había echado una mano expulsando, en uno de esos arrebatos que le son característicos, a Lolo Reyes, autor del gol y el mejor de su equipo hasta que abandonó el terreno de juego. Al poco de comenzar la segunda parte, Uche roba un balón tonto a Rodas, último defensa, y en vez de enfilar hacia nuestro portero Falcón el delantero se ha parado y ha dado tiempo a Stankevicius, el más lento de los 22, a llegar y arrebatarle con facilidad la pelota. Momento raro del partido. Luego vino el empate del “Cristianito” Raúl de Tomás y el pacto tácito de que el negocio estaba en un punto que convenía a los dos. El Córdoba se pasaba el balón en defensa en un tuya-mía sin oposición almeriense, más pendientes los futbolistas de la radio que de molestar a los en teoría rivales. Más tarde los mil aficionados de Almería cantaron “gol” en el momento que Casto sacaba de portería, y ha sido cosa de ver cómo los cordobesistas cantaban Almería, Almería, y los almerienses, Córdoba, Córdoba. Mientras, el balón iba de Deivid a Rodas y de Rodas a Falcón. Vergonzoso, vergonzoso, vergonzoso, pero a satisfacción del vulgo que llenó El Arcángel con 20.000 espectadores.
La cosa ha quedado conforme merecimientos y no ha de sorprender la defenestración zaragozana, pues su fútbol ha sido mucho más penoso que por ejemplo el del Alcorcón. Mientras Campaña estuvo sin dolores ni quebrantos musculares fue el equipo que más me gustó y aún mantengo que ha sido el once que mejor lo ha hecho en El Arcángel, pero el triple empate con Osasuna y Zaragoza favorece a los navarros. De todos modos no hubiera sido políticamente correcto que un Leganés-Alcorcón fuera un derby de Primera.
En fin, tengo dicho que el amo del Córdoba tiene muchísima suerte. Primero nos las vemos con el Gerona. Nos falta Florín, el que cuela los goles y que hoy ya ha jugado con Rumanía. Tenemos lesionado a Xisco, el otro goleador. Con Razak, el extravagante guardameta, tampoco podemos contar, pero aún con tantos inconvenientes cualquier cosa puede pasar.