Hughes
Abc
Algunos lo avisamos. Ojo con el del gorrito de Amaral. Iba de tío-que-se-pone-detrás como el de Pet Shop Boys, pero si uno quiere segundo plano no va con el gorrito. Desde ese segundo plano lanzaba una onda muy chunga, una onda peligrosa. Primero fueron sus baladas criminales, pero ahora es que se han convertido en dúo-protesta, el grupo favorito del Tuerka, al que imaginamos poniéndose tierno con su novia a los sones de “Sin ti no soy nada”, la cita de Rubalcaba, que citó a Amaral como Romanones.
Si no se tiene dinero en España, metiéndose con los políticos se puede hacer algo. Antes los de derechas se metían con los de izquierdas, y los de izquierdas con los de derecha, pero ahora esto solo pasa en las tertulias. Hay algo mejor, meterse con todos, con “la casta”. Es igualmente acertado, pero mejor lo de Íker Jiménez, decir que la Crisis la originaron los marcianos.
Esto de meterse con todos los políticos es como no meterse con ninguno. Lo hacía muy bien Pérez Reverte en esos artículos tremendistas en los que decía de todo a los políticos. Así, a granel. No a fulano, ni a mengano, a Todos.
Lo curioso es que haya quien se moleste por el vídeo, ¡con las cosas que nos han hecho Amaral! Si es que no puede haber pop zaragozano. Antes estuvieron Labordeta y Bunbury, dos plastas melódicos muy notorios, y Amaral son lo mismo, una prolongación de la jota, una jota dulzona intolerable.
De su visión de la política y del país, de ese pienso populista, absurdo, pueril, amenazante y burdo es mejor no decir mucho. Sería como retratar un desierto o una catarata. Es algo torrencial, inabarcable y muy elemental que fomentan los propios políticos halagando al votante. Lo fomentan también los escritores, los periodistas. Como decía Jardiel, hay que insultar al lector, incomodarle. Que se sienta estúpido, imbécil, moralmente insano. Así, a lo mejor, no va luego por la vida culpando a los demás.
Y Amaral, el del gorrito, ya sabe, tenemos un sinfín de torturas imaginadas para él durante todos estos años. Cualquier día se las dibujamos.
Si no se tiene dinero en España, metiéndose con los políticos se puede hacer algo. Antes los de derechas se metían con los de izquierdas, y los de izquierdas con los de derecha, pero ahora esto solo pasa en las tertulias. Hay algo mejor, meterse con todos, con “la casta”. Es igualmente acertado, pero mejor lo de Íker Jiménez, decir que la Crisis la originaron los marcianos.
Esto de meterse con todos los políticos es como no meterse con ninguno. Lo hacía muy bien Pérez Reverte en esos artículos tremendistas en los que decía de todo a los políticos. Así, a granel. No a fulano, ni a mengano, a Todos.
Lo curioso es que haya quien se moleste por el vídeo, ¡con las cosas que nos han hecho Amaral! Si es que no puede haber pop zaragozano. Antes estuvieron Labordeta y Bunbury, dos plastas melódicos muy notorios, y Amaral son lo mismo, una prolongación de la jota, una jota dulzona intolerable.
De su visión de la política y del país, de ese pienso populista, absurdo, pueril, amenazante y burdo es mejor no decir mucho. Sería como retratar un desierto o una catarata. Es algo torrencial, inabarcable y muy elemental que fomentan los propios políticos halagando al votante. Lo fomentan también los escritores, los periodistas. Como decía Jardiel, hay que insultar al lector, incomodarle. Que se sienta estúpido, imbécil, moralmente insano. Así, a lo mejor, no va luego por la vida culpando a los demás.
Y Amaral, el del gorrito, ya sabe, tenemos un sinfín de torturas imaginadas para él durante todos estos años. Cualquier día se las dibujamos.