De izquierda a derecha, y después de hacerse unos galgos, el Editor, el Empresario ("¡Empresario, cabrón!", le gritó un piquete ugetero en la última huelga general), Ricardo (el homenajeado) y Márquez, el crítico que siempre paga en lo toros. (A Primo Ramón, que también estaba, se lo llevó la ley de la proporción)