lunes, 27 de agosto de 2012

Xavi vs. Xabi



Ignacio Ruiz Quintano
Abc

    Xavi, el cerebro de España, tiene la cabeza de un “botiguer” pasado por Ibáñez.
    
El resultado es injusto –declaró Xavi tras el partido de la Supercopa que su equipo empató con un gol en fuera de juego–. La posesión fue nuestra.
    
Un tiro a gol fue el fruto de cuarenta y cinco minutos de posesión, que es una cosa que comienza en los pies de Valdés y termina… en la portería de Valdés, que va de patrón de barco.
    
La posesión xaviana transforma el cuero en una corteza de cerdo bailando en la boca de un viejo.
    
Por el bien del espectáculo, la Fifa debería regular la posesión en el fútbol como la Fiba en el baloncesto, aunque eso nos cueste la razón de ser de Xavi, que es una de las encías en la boca del viejo; la otra sería Iniesta, con Messi de piño único, como el que adornaba al “Cuñao” de Quintero.
    
Locomotoro, Valentina y el Capitán Tan.
    
Desde luego, en el cerebro de España hay más de Locomotoro (Paquito Cano) que de jovencito Frankestein (Gene Wilder). Pues hay que tener mucho de Locomotoro y algo Cassen (Casto Sendra Barrufet) para encarnar el yihadismo culé de la posesión.
    
Xavi, que en Pamplona corría tras de un “linemán”, que diría Bilardo, como si le hubieran robado un bolso en vez de un fuera de juego, afea a Mourinho por recordar que el equipo de la posesión le empató en un contrataque ilegal.

    Pep era un maestro de la ironía por criticar el acierto arbitral en un fuera de juego en la final de Valencia. Mou es un maestro de la insidia por criticar el error arbitral en un fuera de juego en la Supercopa de Barcelona.

    Xavi, el cerebro de España que llegó a la Eurocopa diciendo que el Madrid no sabía ganar.

    Xavi, el águila de Tarrasa que se negó a volar a Puerto Rico porque él es más importante que Del Bosque, que es marqués.
    
A este Xavi divino le pasa lo que el gran Joaquín Vidal escribió el día que José Tomás se dejó vivo al pequeño “adolfo” en Madrid:

    –A éste le han dicho que es de otra galaxia… ¡y él se lo ha creído!
    
El temor de Casillas, que sólo es de Móstoles (“yo no soy galáctico, yo sólo soy de Móstoles”), a Xavi, el de la Otra Galaxia, es reverencial.
    
Si Xavi me dice ven
    
Casillas va donde diga Xavi, que en la Eurocopa dijo que el Madrid no sabe ganar, y en la Supercopa, que el 3-2 es injusto, porque su posesión merecía lo menos un 4-1.
    
El que al parecer no va donde diga el Xavi de Tarrasa es el Xabi de Tolosa, razón por la cual la prensa del yihadismo culé de la posesión lo ha señalado como Madridista Más Odiado por el Vestuario Blaugrana.

    –¡Es que menuda entrada le hizo a Busquets! –justifican.
    
Xabi, ese entrañable Shaggy (amigo de Scooby) del barrio de Salamanca, que ya había perdido la amistad de un pope del antimourinhismo, por mourinhista, se convierte así en el “anxaneta” (niño que corona el “castell”) del madridismo rampante.
    
Y alguien debe decirle a Busquets lo que Ponce dijo en Bilbao a Jiménez Fortes: “¡Cabeza! A cojones siempre gana el de negro.”

    Que en el fútbol es blanco.


Ponce, el sábado, en Bilbao

CRUYFF Y MOURINHO
El Profeta (a toro pasado) abre la boca para decir que Mourinho fue un Don Nadie como futbolista, y la revelación es portada en los medios. El Profeta es un Pesetas, y le importa un bledo que Mourinho sea mejor entrenador que él. Al Profeta lo que le marea es que un tipo que él conoció ganando diez mil pesetas de las de Núñez por traducir a Robson del inglés al español para la prensa de Barcelona gane hoy diez millones de euros por entrenar al Real Madrid, y esta pelusilla coloca a Cruyff a la altura de Toni Grande.