José Ramón Márquez
La verdad es que hay que ver como se lo curran los tíos, que con esta neoterminología taurina, inventada para confundir, es que lo bordan. Te lees las reseñas y no te enteras de la misa la media, que es de lo que se trata. Y para ello es para lo que han cosechado esos inextricables términos mostrencos, esas invenciones malhadadas al servicio de lo que importa, de oscurecer las cosas, según la famosa recomendación de Eugenio D’Ors, no vaya a ser que se entienda lo que de verdad pasó.
Por ejemplo, tomemos la información del portal Mundotoro. Para hablar de la corrida de ayer en Bilbao, sueltan estas perlas, que dan para que Cossío haga un nuevo volumen para tratar de explicar lo que significan:
Por ejemplo, tomemos la información del portal Mundotoro. Para hablar de la corrida de ayer en Bilbao, sueltan estas perlas, que dan para que Cossío haga un nuevo volumen para tratar de explicar lo que significan:
El primer toro ‘se viene arriba’ acaso porque era ‘enrazado’, aunque luego ‘le falta clase, sobre todo al final del muletazo’, pese a ello el torero Morante logra darle ‘una reunida serie con la zurda’. El toro, además de enrazado y falto de clase, ‘se mueve y transmite pero es pegajoso’ y ‘no acaba de entregarse ni de despegarse de los vuelos’, el público está ‘muy receptivo’ y ‘se oye el clásico “bieeen”, más propio de otros lares’.
El segundo es ‘muy astifino desde la mazorca’, además es ‘amplio de cuna’ y ‘enseña las palas’. Al toro ‘le falta recorrido en el inicio de la faena’, pero July ‘lo empuja para delante y estira la embestida’ A continuación el toro ‘se queda debajo, le cuesta. Y protesta’. Pese a tamañas dificultades, July deja su sello característico en una ‘serie con la derecha importante’ y después ‘alterna ambos pitones y todos los terrenos’, pero el toro ‘repone con agilidad y a punto está de voltearlo’. Luego ‘el palco ningunea el esfuerzo del torero’.
El tercero es para Talavante. El toro no sólo es ‘bajo, astifino’, sino que además es también de los que ‘enseña las palas’. El bicho ‘transmite sosería y descastamiento’, y ‘no rompe para delante’ porque es ‘muy parado y agarrado al piso’, seguramente esto venga de tanto enseñar las palas.
El cuarto es un toro ‘con remate’ que ‘abre la cara’ y empuja al caballo ‘con un solo pitón’. No contento con abrir la cara, luego el bicho se dedica también a dejar ‘suelta la cara’, y, quizás a causa del lío con la cara el bicho ‘se mueve sin clase’. Morante, el hombre, le torea ‘aprovechando la inercia’, pero como al animal ‘le falta raza’, pues ‘acaba parándose’.
El quinto, segundo de July, es ‘mas estrecho de sienes’, aunque debe ser un animal de respeto porque es o está ‘tocadito arriba de pitones’. También es ‘zancudo’, o sea un mamarracho, para entendernos. Importancias de Velilla comienza ‘estoico’ y luego sigue con ‘una serie con la derecha profunda, rompiendo al toro por delante’. Pese a todo, ‘el toro se consume pronto’ y July ‘recude (sic) las distancias’. Tras varias loas en negrita a la labor de July, termina el cronista con que el presidente en un ‘nuevo ejercicio de estupidez taurina’, le niega las orejas al Chiquitín de Velilla.
El sexto también es de los que tienen la costumbre de dejar ‘suelta la cara’, pese a ello Talavante le da la réplica a July en ‘dos series importantes’; tras lamentarse de lo ‘molesta’ que ha sido la corrida del Cuvillo, remata el cronista su labor comentando la circunstancia de que ‘cuando se ve podido el toro, se sale del muletazo y se da la vuelta al revés’.
En resumen, lo único que se entiende de verdad es el titular. Dice así: ‘El Juli, tremendo. Lamentable actuación del Presidente’ Esto si que se entiende bien, ¿verdad?
El de negro es el quinto, ‘mas estrecho de sienes’, ‘tocadito arriba de pitones’, ‘zancudo’. El de grana, el Importancias de Velilla, ‘rompiendo al toro por delante’.