lunes, 27 de agosto de 2012

El Rayo de Paco

Paco, míster del Córdoba

 Francisco Javier Gómez Izquierdo

El galopante empobrecimiento de los españoles no es tenido en cuenta por los amos del fútbol y así... el aficionado va a tener que robar jamones en los supermercados (ahora que no está penado el robo en las “grandes superficies”) para venderlos en los mercadillos y poder pagar el canalplus. El Madrid y el Barça son “5 jotas” prohibitivos para la mayoría de parados y trabajadores y van a empezar a brotar los gañanes defendiendo el tocino de la aldea ante una prepotencia de vetas sudadas en los muslos de merengues y culés,... y que a mí me da que va disipando sabor.

     El fútbol pide tensión competitiva, pero ésta no puede ser eterna, por la sencilla razón de que  no hay cuerpo que lo aguante. Ni el de Mourinho, ni el de Guardiola. Ni el de Alves, ni el de Pepe. Ni el de Cristiano, ni el de Messi... No pinta esta Liga como la de los últimos años... y si no me creen, fíenme estas letras hasta junio.

       Del fútbol en abierto, hay que elegir uno de los equipos pobres y me huelo que la mayoría se va a apuntar al Rayo Vallecano. El Rayo, como el Numancia, siempre ha caído bien a toda España, y ahora que va a jugar “a lo valiente” va a ser tema de mucha conversación entre los parroquianos de bar y del sesudo periodismo que descubrirá de repente a Paco Jémez.

      Pusimos en Salmonetes... ya hace tiempo que Paco Jémez acabaría entrenando a un grande.  Al Madrid y al Barça, no. A los italianos tampoco, pero a un Valencia, Sevilla, a los dos Atléticos sobre todos, a cualquier inglés ó alemán, sí. Paco Jémez sabe mucho de fútbol táctico. Es muy cabezota y tiene mala leche. Todas las plantillas le respetan y van a muerte con él. Transforma a los más jóvenes y defiende a sus jugadores como si fuera su padre. Como Caparrós, es una inversión para el club. Revaloriza el plantel y hace que veinteañeros desconocidos se etiqueten con millones a fin de temporada. El Córdoba ya ha salido de la Ley Concursal, gracias al atrevimiento del míster con Hervás, Borja García -precisamente un deshecho del Rayo comprado a buen precio por el Real Madrid-, López Silva, Fuentes, Fernández...

       En Vallecas se ha sacado de la manga a un tal Leo. Ha recogido a Jordi Amat, ninguneado incomprensiblemente en el Español, y a un vertiginoso José Carlos que dejó escapar el Sevilla a una Grecia deprimida. Gálvez, el negrito Lass, y ese danés que le sobra al Villarreal llamado Nicky Bille son gente joven a los que manda un Javi con jota, desde la posición del mediocentro. Javi Fuego es muy buen futbolista al que Paco Jémez seguro que le ha dicho que los Xabis ricos son aficionados a su lado y en diciembre se oirán voces de “Javi selección” para regocijo de la secretaria técnica vallecana.

       Ayer Paco Jémez sacó sólo tres defensas en el Villamarín. Los dos laterales -Tito y Casado-  eran dos de los tres. Los otros siete jugadores nunca han jugado de defensas. Su equipo creó muchas ocasiones de gol. Su equipo es el de menor presupuesto de la categoría. Su equipo juega como si fuera el Bayern, el Barça, el Manchester ó el Madrid. Sin complejos.

    No me gustó el modo de despedirse de Córdoba a pesar de ser conocedor de sus barruntos, pero le deseo de todo corazón muchos éxitos. Trabajo va a poner. Sólo precisa convertir al menos la tercera parte de las ocasiones de gol. Estoy convencido de que el Rayo para el año que viene venderá alguna de sus desconocidas perlas pulidas por el entrenador cordobés. No en vano, es ésta la tierra de los mejores joyeros.

      ¡Ah, sí...! Hoy juega el Barça en Pamplona y el Madrid en Getafe. No voy a poder ver los partidos. Tengo un perol y a las diez de la noche juega el Córdoba en El Arcángel. Son las horas del fútbol pobre. El fútbol que nos deja los amos. Fútbol casi clandestino.


Paco, jugador del Rayo

 Paco, jugador de España