Hughes
El ministro Soria y el ministro Montoro han tenido un choque de carteras por la cuestión eléctrica. El choque de carteras ministeriales recuerda a las peleas infantiles de carteras que nos convertían en los personajes cainitas de la batalla a garrotazos de Goya, solo que con carterones escolares en lugar de palos. Liarse a carterazos con el otro era muy liberador y muy simbólico: cerrilismo instintivo y cultura en una forma aún no asumida. Soria, al que yo siempre imagino con traje blanco de político dominicano, ha dicho que las competencias están muy bien delimitadas. Es decir: que al final decide Rajoy, con lo que eso tiene ahora de indeterminación. La lucha por el ámbito competencial es lo que define a un político de raza, porque cualquier persona normal estaría poniéndose de perfil, pero Soria asume gallardamente la cuestión del agujero tarifario y afirma que se suben las tarifas, aunque contra la ideología del PP, que es opuesta a la subida del tipo impositivo de cualquier figura tributaria. Del tipo no, ministro, del talle. El PP es contrario a subirle el talle a las figuras impositivas, pero no el tipo. Y si la ideología imperante, como la anterior, resulta imposible en tiempos de crisis, esa ideología quizás no sea sino una ilusión. Como el traje blanco de mandatario virginal en las investiduras caribeñas. Un traje blanco e ideal que se mira como mira la novia el traje de bodas. ¡Algún día se lo pondrá el ministro!
En La Gaceta