martes, 28 de agosto de 2012

Visita al Doctor Thebussem


José Ramón Márquez

Último rito del verano en Cádiz, en este agosto que se esfuma para dar veracidad a las teorías de Henry Bergson sobre el tiempo, es la visita ineludible al Doctor Thebussem, que sigue contemplando, divertido, la vida desde su Medina Sidonia, ciudad óptima para ver las cosas, incluido el mar, con gracia y con justa distancia. Su mirada burlona parece compadecerse, en cierto modo, de los que por esas deplorables circunstancias de la vida nos vemos obligados a abandonar contra nuestra voluntad este paraíso en cuyo campo reinan los toros de lidia y en cuya mar imperan los atunes, para retornar a la urbe, ¡con la que nos tienen preparada para este otoño!

El venerado Doctor sigue, impertérrito, oteando el mundo desde la Plaza de La Cruz. En las cuatro caras del paralelepípedo que sostiene su busto, permanecen las cuatro leyendas que tanto le habría divertido leer y que rezan, a los cuatro vientos, así:

A IUDAD
DE
EDIN SIDONIA
A SU ILUSTRE HI
MARIANO PAR O
DE FIGUE OA
SERNA
18 NO 1984

***

MIEMB O
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