Vicente Llorca
Se me acaba de ocurrir un guión para una película española que no puede fallar.
El comienzo es en una casa de ocupas en el barrio de Lavapiés. Ella es una profesora de artes plásticas, muy divertida y marchosa, que se encuentra allí con su amante. Su marido es un bróquer medio tonto, que no tiene conciencia artística y trabaja, el hombre. El amante de ella vive en la casa y es traficante de drogas y de permisos de inmigración. Lleva barba de varios días y dice tacos contínuamente. A veces muge también, pero esto el guión no acaba de explicarlo. Está muy concienciado y entre papelina y papelina escribe unas cosas muy bonitas sobre la okupación. A su vez en la casa vive una monja exclaustrada que un día tuvo un bajón en la catequesis y se dio a la homeopatía. La ex-monja se acuesta con un moro partidario de la Alianza ésa. Como el moro se dedica a ver la tele por encima del hombro mientras están en ello, la homeópata tiene que gritar de vez en cuando “Viva la República” y Mohamed vuelve a lo que estaba.
Hay también un chino antisistema, que vende farolillos de colores. Este papel todavía no lo tengo muy definido. Aparecen además un actor en paro, un delegado sindical y una cleptómana convulsiva. Se podía hacer luego un cameo con Wyoming, Pilar Bardem o Joaquín Sabina. Aunque habría que escribirles algo, unas palabras, no sé. Algo como que entran en el piso y dicen:” Joder, qué marcha”. Algo así.
Luego, entre todos, una tarde deciden estafar al bróquer y a su pobre madre, que es de la Adoración Nocturna. Entonces se visten y se van a visitar a la señora a su chalet de Pozuelo. En el chalet hay fotos de Franco y de Fraga dedicadas en las paredes. La criada filipina sirve el té. La madre del cornudo coge la taza levantando el dedo meñique. Ellos le quieren proponer que invierta en una empresa de estampas de devoción que están montando. Pero la entrevista empieza a fallar porque el camello dice todo el tiempo: "Coño, qué keli más guapa", y se guarda las cucharillas de plata en el bolsillo. El moro ha intentado meterse un pez por la nariz y el delegado sindical levanta el puño cada vez que le preguntan algo. La madre del bróquer es de la Adoración Nocturna, pero no tonta del todo, y percibe que los simpáticos ejecutivos quizá no conozcan estrictamente el bussines de las estampas marianas.
Todo se va al traste, finalmente, cuando la monja exclaustrada tiene una revelación al ver el retablo de la Inmaculada y se pone a entonar “Con flores a María”, al tiempo que se despoja del mono de cuero que la viste, abriendo las cremalleras lentamente.
Ellos regresan, diciendo tacos, a su buhardilla. Se ve la calle y un cine vacío y se dispersan de nuevo, en busca de otra ocasión. Plano final. Música de Ramoncín.
El guión es excelente, aunque todavía le faltan algunos detalles. Ahora bien, ¿dónde puedo cobrar la subvención?
Se me acaba de ocurrir un guión para una película española que no puede fallar.
El comienzo es en una casa de ocupas en el barrio de Lavapiés. Ella es una profesora de artes plásticas, muy divertida y marchosa, que se encuentra allí con su amante. Su marido es un bróquer medio tonto, que no tiene conciencia artística y trabaja, el hombre. El amante de ella vive en la casa y es traficante de drogas y de permisos de inmigración. Lleva barba de varios días y dice tacos contínuamente. A veces muge también, pero esto el guión no acaba de explicarlo. Está muy concienciado y entre papelina y papelina escribe unas cosas muy bonitas sobre la okupación. A su vez en la casa vive una monja exclaustrada que un día tuvo un bajón en la catequesis y se dio a la homeopatía. La ex-monja se acuesta con un moro partidario de la Alianza ésa. Como el moro se dedica a ver la tele por encima del hombro mientras están en ello, la homeópata tiene que gritar de vez en cuando “Viva la República” y Mohamed vuelve a lo que estaba.
Hay también un chino antisistema, que vende farolillos de colores. Este papel todavía no lo tengo muy definido. Aparecen además un actor en paro, un delegado sindical y una cleptómana convulsiva. Se podía hacer luego un cameo con Wyoming, Pilar Bardem o Joaquín Sabina. Aunque habría que escribirles algo, unas palabras, no sé. Algo como que entran en el piso y dicen:” Joder, qué marcha”. Algo así.
Luego, entre todos, una tarde deciden estafar al bróquer y a su pobre madre, que es de la Adoración Nocturna. Entonces se visten y se van a visitar a la señora a su chalet de Pozuelo. En el chalet hay fotos de Franco y de Fraga dedicadas en las paredes. La criada filipina sirve el té. La madre del cornudo coge la taza levantando el dedo meñique. Ellos le quieren proponer que invierta en una empresa de estampas de devoción que están montando. Pero la entrevista empieza a fallar porque el camello dice todo el tiempo: "Coño, qué keli más guapa", y se guarda las cucharillas de plata en el bolsillo. El moro ha intentado meterse un pez por la nariz y el delegado sindical levanta el puño cada vez que le preguntan algo. La madre del bróquer es de la Adoración Nocturna, pero no tonta del todo, y percibe que los simpáticos ejecutivos quizá no conozcan estrictamente el bussines de las estampas marianas.
Todo se va al traste, finalmente, cuando la monja exclaustrada tiene una revelación al ver el retablo de la Inmaculada y se pone a entonar “Con flores a María”, al tiempo que se despoja del mono de cuero que la viste, abriendo las cremalleras lentamente.
Ellos regresan, diciendo tacos, a su buhardilla. Se ve la calle y un cine vacío y se dispersan de nuevo, en busca de otra ocasión. Plano final. Música de Ramoncín.
El guión es excelente, aunque todavía le faltan algunos detalles. Ahora bien, ¿dónde puedo cobrar la subvención?