martes, 24 de octubre de 2023

24 de Octubre. San Rafael en Córdoba

 



El destruido por el viento de Bernard




El más antiguo en el puente




Plaza de la Compañía




Mi preferido. Plaza de los Aguayos





El más moderno. Zona El Arcángel





Altar en C/ Lucano



Francisco Javier Gómez Izquierdo

Dimos cuenta ayer de los vientos huracanados que azotaron Córdoba este fin de semana y se hacía mención especial al destrozo del triunfo de San Rafael en la plaza del Alpargate. Como quiera que una de las cosas que más me sorprendió al llegar a Córdoba, mejor la que más, fue la cantidad de Rafaeles que iba conociendo y al ser hoy 24 de octubre el día que con mayor sentimiento festejan al que tiene por "MEDICINA DEI ET CUSTOS POPULI", permitan que añada un apunte a lo que quizás, ustedes visitantes, les llamó en su día  la atención y no recuerden la explicación que les dieron. Unos amigos de Burgos que leyeron lo de ayer me han preguntado hoy por el asunto, que no es otro que el de la cantidad de columnas altas coronadas en lo alto por el Arcángel San Rafael.

      Está escrito que en 1578 las Andalucías padecieron mortífera peste. San Rafael se apareció al padre Roelas y le juró que espantaría el mal y custodiaría a la población. Allí se levantó la iglesia del Juramento y allí van a encomendarse los cordobeses para sus cosas, con una fe inquebrantable. Viví en Pamplona y sí, conocí algún Fermín. Allí es cierto que hay cientos de Franciscos Javieres, pero al lado de los Rafaeles en Córdoba no creo que haya parangón en otro lugar de España.

     No estoy seguro, pero creo que hay censados diez triunfos. El derribado por el huracán de ayer data del siglo XVIII y creo que se trasladó en los 80 desde el antiguo estadio de El Arcángel. La mayoría de los triunfos tuvieron otra ubicación cuando se esculpieron. El mas antiguo (1.650) es el que está sobre el puente romano. El turista se sorprende al ver a dos, tres o cuatro personas y a cualquier hora en posición de respeto rezando una oración o santigurse al paso muchos de los que cruzan el puente desde el campo de la Verdad. Le sigue en edad el de la plaza de la Compañía que pronto cumplirá 300 años. Luego el situado en la antigua estación de Renfe y casi quinto el de Puerta Nueva, 1743 el uno y 1747 el otro. A mí me gusta sobre todos el de la escondida plaza de los Aguayos, que data de 1764, pero los que recordará usted si estuvo en Córdoba son los dos que levantó entre 1765 y 1781 Miguel Verdiguier, un francés que tengo leído, dejó Marsella acusado de ladrón y se empleó con el obispo de Córdoba, encargándole éste entre otras obras, el más imponente de la ciudad; el que está en la puerta del puente romano así como el colocado en la plaza del Potro. Otro hay en la Fuenseca que se hizo en 1808. El más moderno lo hizo numerosa plantilla de alumnos de Bellas Artes, ya en este siglo XXI y es de justicia señalar que luce muy postinero los días de mucho sol que son casi todos en Córdoba. Hay alguno más, en lo alto de la iglesia del Juramento, en la Paz o en las Ollerías que pasan desapercibidos incluso para los nacidos en Córdoba, pero que están ahí dando testimonio de pertenecer a la naturaleza de la ciudad. Se cuentan por miles, y digo miles y no cientos, las terrazas y fachadas con el azulejo del Custodio. Llaveros, estampas en la cartera, imanes en coches... No se comprendería Córdoba sin San Rafael.

      "Los ángeles no pueden ser santos" le digo hoy a Rafa el pintor en lo de Antonio Rafael al volver de mi paseo. Me ha querido invitar al cortado, pero Rafael Carlos, el que me lo ha puesto, le ha dicho que ya me había convidado Falito, sentado al fondo y al que servidor ni siquiera había visto: "Felicidades", les he dicho a todos. "..este año el tiempo no acompaña para ir de perol, pero se hace arroz en casa como manda San Rafael".