sábado, 25 de septiembre de 2021

Estado moral


La obra de Parot

 

Ignacio Ruiz Quintano

Abc


    El homenaje vasco al asesino Parot en Mondragón y la cabezada o picuelina (de aquellas cabezadas o picuelinas del ministro Piqué a Bush) del presidente Sánchez en Barcelona marcan la deriva moral de la España del 78.
    

España se arrastra invertebrada, no ya en su política, sino, lo que es más hondo y sustantivo que la política, en la convivencia social misma –decía Ortega hace un siglo por bastante menos que lo que estamos viendo.
    

Y eso que el ídolo político de Ortega era Mirabeau, que hizo suya la idea de que la pequeña moral mata a la grande, con lo cual no tenía ninguna. Lo que tenía era una cuadra de malos escritores, “el taller de Mirabeau”, a su servicio, como Sánchez, un Mirabeau sin cerebro, pero perfectamente elegido por sus jefes para cumplir, sin anclajes morales, su misión, para que aprendan esos trepas y cucañistas que escarban en los corrales del Estado de Partidos: todo se reduce a estar dispuesto hacer “lo que sea necesario”. La picuelina de Sánchez a la bandera catalana viene en la narración que hace Tito Livio de las Horcas Caudinas, cuando, “en el momento de la vergüenza”, los samnitas hacen pasar bajo el yugo a los romanos semidesnudos. Dado que Tito Livio se nos puede hacer cuesta arriba, para entender a Sánchez nos ayudará más el chiste de abogados con que Reagan saludó a su secretario de Justicia, Edward Meese:
    

¿Sabes por qué se emplean abogados en vez de ratones para la experimentación en laboratorio? Por tres motivos: porque hay muchos abogados, tantos como ratones; porque es imposible que un científico se encariñe con ellos; y, el más importante, porque hay cosas que los ratones se niegan a hacer.
    

Por ejemplo, el homenaje a Parot (después de todo, otro epígono de Agapito García Atadell), que también forma parte del sanchismo; dio nombre a una doctrina penal que fue un triunfo de la justicia poética: un asesino con alma leguleya, un ratón de las leyes y los reglamentos, un intrigante de los partes y las quejas. El Estado de Derecho.

[Sábado, 18 de Septiembre]