Bordado
Labrado
Francisco Javier Gómez Izquierdo
Es cosa casi segura, pues seguro no hay nada si no es la muerte, que cada geografía tiene sus sensibilidades y lo que siente Andalucía por Semana Santa no puede explicarse con palabras humanas porque el visitante ante el cortejo que acompaña los pasos que quiera hacerlo, quizás no sepa de lo que está hablando. Al visitante noruego, alemán o japonés que ayer le recomendaron la salida de "la Bofetá" en la Judería o de la Paz en Capuchinos no puede entender las lágrimas del niño, del adolescente, del señor barbado, de las hermosas mozas... en un desconsuelo indescriptible por no cumplir penitencia. No. No lloran por fervoroso fanatismo. Lloran porque no pueden cumplir con quien quieren serenamente. Una especie de ángel bueno del que nunca renegarán, aunque llegue el desánimo o incluso se vean en prisiones. Un ángel que acompaña y bienaconseja porque lo han abrazado como si fuera su conciencia y con el que celebran una especie de boda anual renovadora de propósitos y para la que se visten como Dios manda. Otra cosa es que siempre se le haga caso. "Mi Virgen", "mi Cristo" tienen apellido: Amargura, Consuelo, Angustias, la Paz, Rescatao, del Calvario, de Ánimas, de Gracia... y no hay cartera en la que falte una imagen de ése "Señor", "Señora", o de los dos a la vez.
El Miércoles Santo no dio tregua y tanto el Perdón como la Paz y la Piedad a las cinco, como luego el Calvario y la Misericordia anunciaron que no salían. La Pasión en San Basilio, la mas tardía, tampoco, por lo que a las puertas de las iglesias se fueron formando colas para santiguarse con devoción ante las imágenes de las Hermandades.
Según mi chico, que es más entendido que servidor, hoy es el día grande de Semana Santa en Córdoba: las Angustias de Juan de Mesa, el Caído de los toreros, la Caridad con los legionarios, el Nazareno en su calleja, y sobre todo el Cristo de Gracia, ese Esparraguero melenudo y trinitario que tiene sede en el Colegio en el que le enseñaron algunas de las cosas que sabe. Hoy jueves sigue lloviendo como gusta a los labradores y a todas las personas de buena voluntad. Servidor duda mucho que vaya a escampar por como se ven los cielos, pero mi chico se ha venido de Sevilla "por si... si no sale, nos pasamos a la iglesia a verle. Y ya pues vamos también a San Cayetano y San Agustín a ver al Caído y las Angustias".