viernes, 14 de enero de 2022

Invertebración de España


 

Ignacio Ruiz Quintano

Abc


    Un siglo después de la “España invertebrada”, España sigue sin un hueso que echarse a la boca.


    –Hagamos de España un país fascista y vayámonos a vivir al extranjero –fue la media verónica de Foxá a su desánimo, que hoy sería la mejor respuesta a la matraca de Casado con su ley de pandemias.
    

Mas ¿a qué extranjero ir? ¿A la Francia de Macron, el bajito con problemas de autoestima que promete solemnemente “joder” a una parte de su propio pueblo (“J’ai très envie de les emmerder, donc on va continuer de le faire”)? ¿A la Alemania de Olaf, el führereso cuyos maderos caen sobre las abuelas como la Wehrmacht sobre Polonia? ¿A la Holanda de Espinosa, que lanza perros (pastores alemanes dignos del “¡mmm!” almudenés) contra los no vacunados? ¿A los antípodas, cuyos “cocodrilo dundee” han dado a Djokovic trato de Ilich Ramírez?
    

La “España invertebrada” fue una destilación orteguiana de Renan con gusano dentro, aquel “proyecto sugestivo de vida en común” que dio alas intelectuales a nuestro fascismo de garrafón, gusano cultivado luego, con la mejor intención, por Marías, que escribió todos sus libros a medias con Lolita, su mujer.
    

De vez en cuando, cuando iba a iniciar una sección nueva, Lolita se volvía hacia mí, con los dedos sobre la máquina de escribir, y me pedía: “Un titulito, por Dios”.
    

¿Y en qué consiste la invertebración? España, según Ortega, se arrastra invertebrada en su política y en su convivencia social. Vive entregada al imperio de la masa. La enfermedad española es más grave que la “inmoralidad pública”. Grave es que una sociedad sea inmoral. Pero es más grave que una sociedad no sea tal. Una nación es una masa humana organizada por una minoría de individuos selectos. Cuando la nación se niega a seguir a la mayoría directora (¡a los Garicanos y demás liberalios varios!), la sociedad se desmembra… y sobreviene la invertebración histórica. Un caso extremo de esta invertebración histórica, escribe en el 28, estamos ahora viviendo en España.

[Viernes, 7 de Enero]