Ignacio Ruiz Quintano
Abc
Un experto es, según la ley de Murphy, cualquiera que no sea de la ciudad.
Madrid es la única ciudad del mundo donde nadie es de la ciudad, y, sin embargo, es imposible dar hoy en Madrid con un experto: entre Rivera y Pdr Snchz, los han contratado a todos.
Rivera y Snchz quieren una España Federal, pero no a lo Hamilton, que no saben quién es, sino a lo Proudhon (traducido, ¡ay, Jesús!, por Pi y Margall), igual que en la primera República, que terminó bombardeando Cartagena, Alcira y Alicante, una vez “democratizado” el Ejército (“¡Que bailen!”, decían los soldados a sus oficiales) como Rivera y Snchz van a “democratizar” sus partidos.
¿Por qué hablan de “democratizar” los partidos? Porque así no hablan de las únicas dos cosas que nos interesarían: el sistema electoral mayoritario y la separación de poderes. Y, asesorados por los expertos, tiran cacahuetes a los monos, que somos nosotros: “sostenible”, “gobernanza”, “empoderamiento”, “centralidad”, “primarias”…
–Todos tienen primarias, pero no se presenta nadie más que uno –ha dicho, y con razón, Mariano.
Antes, con menos sorna, lo había dicho Tocqueville: “Sólo los pobres pueden pagarse las revoluciones”.
¿Qué le importa a nadie, salvo al militante, y allá él, la organización democrática, suponiendo que ello fuera posible, de ningún partido?
Sólo por haber ganado unas primarias (?), Rivera y Snchz vienen tan farrucos que han decidido constituirse ellos mismos en poder constituyente, y traen una nueva Constitución bajo el brazo, prueba de la cultura política franquistona en que se han formado.
Todo el universo mental de Rivera son los ripios de Sabina, y el de Snchz, el blog de Jordi Sevilla, que es de Soria.
Qué pereza, verlos llegar con su cara de mancebos.
–Para avanzar, necesitamos adultos en la sala –dijo famosamente Christine Lagarde, harta de jugar a los chinos con los griegos.
“Faltan cabezas”, se quejaba Olivares.
Cuatro siglos después, sólo pedimos adultos.